Estimados compañeras y
compañeros:
Se me ha pedido, que como hijo de
combatiente rodriguista, dirija unas palabras por este nuevo aniversario de la
fundación del Frente Patriótico Manuel Rodríguez.
Para mí. la
significación de reunirnos y celebrar esta fecha, no es por ser un nostálgico, ni
por tener desviaciones armamentistas, ni ultraizquierdistas, como suelen
calificarnos los apologistas del fin de la historia y sostenedores del actual sistema.
Estar hoy aquí,
es reconocer la importancia histórica que tuvo y sigue teniendo la creación del
Frente. El surgimiento del FPMR como organización capaz de conducir el combate
contra la dictadura en el terreno militar, despertó grandes simpatías en
nuestro pueblo, reflejó sus más sentidas
reivindicaciones del momento, y llevó al conjunto de la izquierda a
repensar la
política, a una gran elaboración político-ideológica de acuerdo al momento
político de ese entonces.
Hoy, la situación ha cambiado. Si
bien aún se mantiene el modelo económico impuesto por la dictadura, y se están
realizando acciones para su cambio, tanto desde los representantes del campo
popular en la actual institucionalidad, como desde la movilización social, la
izquierda se encuentra en un marco de legalidad, lo que le permite actuar más
abiertamente en el quehacer político.
Es en este
escenario que todos nos encontramos hoy, y en el que mi generación
particularmente, tuvo que asumir la lucha que emprendieran aquellos jóvenes que
un 14 de diciembre de 1983 reflejaran al conjunto de los chilenos, mediante el
gran apagón nacional.
Para
nosotros asumir esa lucha, era seguir luchando por acabar y erradicar este
neoliberalismo salvaje, que ha sumido en la desigualdad a nuestro Chile. Para
nosotros asumir y continuar vuestra lucha, es seguir apostando por cambiar la Constitución
Política del 80, mediante una Asamblea Constituyente, como lo
declarara el primer manifiesto del Frente.
Y es en
este asumir la lucha, que nos hemos encontrado, trabajando desde la población
principalmente, a veces en nuestros lugares de trabajo, de estudio, en el
sindicato, apostando a la recomposición del tejido social, que la acción
cultural del neoliberalismo ha intentado desarticular, adormecer.
Si me
preguntan cuál es la lección que nos legó el Frente, para luchar en el actual
escenario y en el desafío de recomponer el tejido social, es la gran tarea de
que es posible luchar, de que es posible el triunfo revolucionario. El FPMR nos
deja el desafío a nosotros, a los hijos de la Rebelión Popular,
de que es necesario fundirse en el trabajo diario con el pueblo, conocer sus
anhelos y representarlos, ser reflejo de sus reivindicaciones. Nos deja el
desafío
de que es
posible, y sumamente necesario en estos días, la elaboración
político-ideológica de la lucha del pueblo chileno.
El Frente
era todo eso. Recuerdo, que cuando se venían los apagones, se sabía de las
acciones del Frente, o se veía in situ en la población a sus combatientes y
milicianos, la gente vibraba de emoción, se sentían interpretados.
Muchos de
nuestra generación, entendiendo eso, hemos asumido militancia en diversas
organizaciones de izquierda. A veces, esto ha llevado a que discutamos y nos
enfrentemos entre nosotros, más que atacar al enemigo común, a los sostenedores
de este modelo. Y esa lucha intestina y bizantina muchas veces, fortalece más a
la oligarquía, que dar una verdadera salida a la lucha popular. Y aquí el
Frente nos deja otro desafío. Si bien el FPMR nace como aparato desde el
Partido Comunista, con el .tiempo, se fueron sumando a él, algunos chilenos sin
militancia inclusive, con el único anhelo de ver liberada a la Patria. E1 Frente asumía un
carácter unitario de la lucha. Tampoco éste pretendía disputarle el lugar a
otros
partidos populares. Es más, invitaba a todos los partidos democráticos a seguir
asumiendo la lucha antidictatorial. Se veía nuevamente, el carácter unitario de
éste. Es por esto, que en mi caso personal, como militante de izquierda, militante
comunista, soy un convencido de que debemos apostar a la futura unidad de todas
las tuerzas de izquierda. No
nos
veamos como enemigos. Si fuéramos capaces de unimos, el futuro sería más hermoso.
Es el desafío
que nos queda y deja el FPMR, a todos, principalmente a mi generación, y a las
que están por venir. Luchar, Crear, Innovar, Repensar los escenarios; adecuarse
a la situación política, Unidad. Pero también la mística. Aquella que nos
mostraba la bandera del Frente, aquella que veíamos cuando sus combatientes
desfilaban por las calles de nuestras poblaciones. En las marchas que salieron
en nuestros barrios el 201l, en apoyo al movimiento estudiantil, más de alguno
de nosotros, recordó aquellas imágenes de nuestra niñez.
Hoy, es más
necesario y justo que nunca, seguir luchando. Nuestra lucha asume otras formas
hoy, pero en su contenido y sentimiento, sigue siendo la misma. La de un Chile
Democrático y Popular. Es el desafío que nos deja nuestro Pueblo, el desafío que nos dejan
los
mártires del Frente, los caídos en la Matanza de Corpus Christi, el comandante José
Miguel y Tamara, entre otros. Es necesario luchar, desde nuestra población,
desde el sindicato, desde la universidad, el liceo, el colegio. Es necesario, y
es posible, cambiar la actual situación.
Porque la
lucha de ayer, no ha terminado, ni claudicado, porque debemos terminar con la Constitución
Pinochetista, y darle a Chile una Nueva Constitución, es que
debemos seguir luchando. Es por eso mismo, es que debemos decirle nuevamente a
nuestro Pueblo, que
AUN TENEMOS
PATRIA, CIUDADANOS!!!!!!
VIVA CHILE
VENCEREMOS!!!!!