El panorama que se devela en la
actual Coyuntura Electoral, ha puesto en escena, diferencias y matices
programáticos de candidatos (sean estos partícipes o no de las primarias del 30
de junio). Pero el desarrollo de la historia, y el futuro del pueblo chileno,
no podemos centrarlos solamente al panorama electoral. La coyuntura política,
es decir, el momento actual de la lucha de clases, no se ciñe a la batalla
electoral, a la que distintas fuerzas políticas, apuestan sus esfuerzos.
Muestra de ello, son las distintas movilizaciones que se vienen generando desde
el inicio de la “transición a la democracia”, el año 1990, y cuyo clímax se
comenzó a dar el año 2011, con todo el gran Movimiento por la Educación
Pública, Gratuita y de Calidad.
Si bien, distintas fuerzas de
izquierda, dentro de ellas, el Partido Comunista de Chile, la más numerosa
durante estos 23 años, han levantado la necesaria bandera de dar a Chile una
Nueva Constitución, y para ello convocar a una Asamblea Constituyente
que redacte dicha carta magna, es con estas últimas movilizaciones, donde se
empieza a hacer más latente la necesidad de esta tarea histórica, en las
conciencias del pueblo chileno. Las movilizaciones del 2011 para adelante, no
sólo se centraron en el Movimiento de la Educación, sino también en los
movimientos ciudadanos surgidos en Punta
Arenas, Aysén, Freirina, Calama; las movilizaciones del movimiento sindical,
los subcontratistas del Cobre, etc. En todas ellas, donde se reflejaban
demandas particulares, como el derecho a la Educación, la Salud, la Vivienda,
la descentralización del poder político del país, etc., se hizo patente la
necesidad de la Nueva Constitución.
Ya no sólo el PC, levantaba la
carta de la Nueva Constitución y de la Asamblea Constituyente. Ella ya era
parte del discurso del movimiento de masas. Y también de algunos precandidatos
que comenzaron a levantarse, como alternativa desde la misma Concertación, como
es el caso de José Antonio Gómez. También en la actualidad la levanta Marcel
Claude. Roxana Miranda, del Partido Igualdad también lo hace. Por otra parte,
fuerzas de izquierda como el MIR, el MPMR, el FPMR, y otros tantos colectivos
más pequeños, que no apuestan a la pelea electoral parlamentaria, ni
presidencial, también levantan esta demanda. Y cada quién, se arroja el slogan
de la consecuencia, que obviamente se debe debatir, pero no se hace en términos
fraternos y de lucha político-ideológica, sino ya cayendo al grado de las
descalificaciones. Los comunistas son unos tales por cuales. Las otras fuerzas,
ya no son ultrones, sino “monos”.
El PC, si bien como objetivo,
sigue levantando la necesidad de la Asamblea Constituyente, pero sin perder el
norte de la Nueva Constitución, hoy plantea una Asamblea Ciudadana, ante los
candados que la actual institucionalidad tiene, impidiendo el llamado a la
Constituyente o a un Referéndum que llame a tal, como lo hiciera el Comandante
Chávez, al ser electo presidente en Venezuela, en 1998 (y como se ha hecho, en
otros procesos como Bolivia, Ecuador). Con esa necesidad histórica, hoy los
comunistas apostamos a conformar una Nueva Mayoría, que lleve adelante estos
cambios, y que no se refleja solamente en lo electoral (como el Pacto
Electoral, y que en estos momentos, tiene al PC apoyando a Bachelet, a las
primarias). Sino que también debe reflejarse en las movilizaciones, plano que
los comunistas no hemos abandonado, haciendo síntesis de todo esto, en la
movilización social, como debe corresponder a todo revolucionario. Señal de
ello, son las Jornadas de este 26 de Junio, y nuestro apoyo al Paro Nacional
convocado este 11 de Julio. Sin descontar, las movilizaciones estudiantiles y
demases que se dan.
El tema que nos lleva a discutir
es el por qué hoy esta Nueva Mayoría ha sido tan criticada, sobre todo desde la
Izquierda. Ciertamente, porque en esta mayoría necesaria, se convoca a fuerzas
de la Concertación, fuerzas que han sido las administradoras del modelo
neoliberal que tiene en crisis a Chile, durante los últimos 20 años. Y
claramente, aunque hoy vemos a gente como Gómez plantear la Constituyente, o
Bachelet, plantear Nueva Constitución, existe la gran desconfianza de que
realmente vayan a cumplir con lo planteado, o sólo quedarán en promesas
electorales.
Ya lo señalaba Lenin que “…uno
de los errores más graves y peligrosos de los comunistas, es la idea de que una
revolución puede ser hecha por los revolucionarios solos”(1) y también que
“..,sin
alianza con los no comunistas en las más diversas esferas de la actividad no
puede hablarse, siquiera de una exitosa construcción comunista”(2). Es
cierto, la organización revolucionaria debe ser capaz de conducir y aglutinar a
los más diversos sectores de la población, en torno a la transformación social.
Pero esa aglutinación, no será fructífera, si es que la izquierda no comienza a
jugar un rol de vanguardia dentro de ella. Ejemplos tenemos mucho, pero sólo
para enunciar, tenemos los casos de la Revolución Cubana, y la Revolución
Popular Sandinista en Nicaragua.
En el caso de Cuba, la tarea
primordial inicial, fuera del combatir, fue lograr la unidad de la izquierda,
esto sintetizado en el Movimiento 26 de Julio (cuya dirección y militancia era
mayoritariamente de izquierda), el Directorio Revolucionario 13 de Marzo, y el
Partido Socialista Popular (el PC de Cuba, que para combatir el maccartismo
anticomunista de esos años, cambió de nombre). El primer paso unitario con
fuerzas no revolucionarias, se da el 12 de julio de 1957, cuando ya el
prestigio político de Fidel era enorme dentro del pueblo. Finalmente y gracias
a la flexibilidad táctica de Fidel, se logró firmar lo que históricamente se ha
conocido como el “Manifiesto de la Sierra”. Si bien este era un programa
mínimo, y menos drástico al levantado por Fidel en “La historia me absolverá”,
señala una serie de tareas de tipo democrático, que de hecho favorecerían a
nivel institucional la expresión de real apoyo popular que había logrado el 26
de Julio.
En el caso Nicaragüense, al
derrotar a Batista, se terminaron uniendo al FSLN, muchas fuerzas, inclusive de
la burguesía, con quienes se conformó una Junta Provisional de Gobierno.
Claramente, y el desarrollo histórico lo demostró, que quien tenía mayor peso
de masas, político y militar, era el FSLN.
En ambos casos, vemos que la
izquierda jugó un rol preponderante y de conducción del movimiento, de esas
convergencias político-sociales, que llevaron al triunfo de sus respectivos
procesos. Lamentablemente, hoy en Chile, eso no se ha visto materializado aún. Es
por eso, que hoy el PC plantea Asamblea Ciudadana, ya que la institucionalidad
no contempla el llamado a una Asamblea Constituyente. Evitar los frenos, que
por ejemplo hoy en Brasil, la misma institucionalidad le puso a Dilma ante el
llamado a plebiscito, para conformar la constituyente. Además, no se tiene el
peso fuerte que ha tenido la izquierda, el año 1999 en Venezuela en la amplia
coalición que llevó a Chávez a la presidencia, o en Bolivia o Ecuador. El
movimiento de masas chileno, si bien ha tenido momentos álgidos, no ha pasado
de eso, de momentos, y no ha desembocado en un referente fuerte y organizado de
masas. En esto, se demuestra que falta más conducción política del movimiento,
ya que se ha instalado mucho el discurso apolítico, movimientista dentro de las
masas, algo que termina siendo perjudicial para el avance de las causas justas.
Entonces así, hoy dentro de las
fuerzas de izquierda, tenemos al PC planteando una táctica que mezcla lo
electoral, participación de espacios institucionales (nuestros 3 diputados) con
la movilización social, sintetizando en la amplia convergencia, hoy llamada
Nueva Mayoría; otras fuerzas que apuestan a participar en lo electoral
desconfían de las alianzas amplias, por los hechos históricos; y otras fuerzas,
que apuestan a agudizar la crisis del sistema vía movilizaciones para
incorporar otras capas (casos de los colectivos de izquierda, la ACES actual,
tomas de liceos, etc, etc).
Como decíamos anteriormente, no
podemos dejar atrás del análisis actual a la movilización social. Hoy el grado
de discusión que se ha generado con las movilizaciones, han llevado que la
política no es exclusiva ya de los partidos políticos, sino que se expresa
transversalmente en toda la sociedad y hasta los no político son políticos,
porque están apostando al statu quo, al conservadurismo. Y eso ocurre, porque
se politiza la discusión en el movimiento, cosa a que los comunistas siempre
hemos apostado, desde los inicios con el maestro Recabarren. Esto se refleja
dentro de la burguesía también, donde como clase ya no se representan
absolutamente en la UDI, RN, DC, etc., ya que han generado sus propios espacios
de debate y presión como SOFOFA, ENADE, sus gremios, etc. donde expresan sus
opiniones directamente.
Y como hemos visto, en síntesis,
lo que está pasando: un asenso de las masas más afectadas por el sistema
(secundarios, pescadores, mapuches, los del agua, los afectados por los
proyectos energéticos, etc.) Esos sectores en lucha ya se dieron cuenta que el
marco político no permite que sus intereses sean resueltos (por eso el techo de
la lucha estudiantil). Pero amplios sectores de la clase y las masas no están
ni ahí. Aun están con margen de sobrevida por el crédito, por las tarjetas, en
fin. Esta franja de pueblo seguirá movilizándose post elección y este ascenso
de masas puede mantenerse o caer, dependiendo de que se suban otras franjas
sociales a la lucha. Aquí radica todo el centro de la divergencia que podemos
tener unos y otros. Los comunistas seguimos apostando a la movilización social,
con tal de que se suban otros sectores sociales a la lucha. Las otras fuerzas
también, pero se mantiene la discusión central en las tácticas, cosa
respetable, pero se pierde el norte, cayendo ya en la descalificación.
Entonces, ninguna de las posturas
que vemos se dan a nivel de la izquierda y fuerzas antisistémicas, tiene fuerza
suficiente para proyectar políticamente una táctica global de crisis, para
poner en crisis la dominación del capital financiero. Porque de eso se trata.
De poner en crisis al capital, de que el pueblo tome en sus manos los aparatos
de poder, y lleve a cabo transformaciones. Si no hay una propuesta cultural
alternativa, si no superamos las buenas intenciones del asistencialismo y del
desarrollismo burgués, la gente volverá a la calle. Y como punto principal:
sino se va desarrollando, la necesaria unidad de la izquierda (tarea difícil,
pero no imposible), más se tardará en lograr este anhelo de todos, de cambiar
la institucionalidad, y realizar la Asamblea Constituyente, como lo han hecho
otros pueblos hermanos.
El llamado está hecho.
Polemicemos, discutamos visiones, obviamente algunas contradictorias, pero no
caigamos en la pelea a muerte. Las jornadas del 26 de junio y del 11 de julio,
nos llaman a unirnos, para que estas movilizaciones no sean sólo un momento
más. Ese es un buen inicio. Y la izquierda en su conjunto, estamos llamados a
abrir los horizontes que el pueblo chileno necesita. El pueblo chileno necesita
más que un cambio de mandos. Chile necesita un cambio radical en todos los
campos, de la vida pública y social.
Notas
(1) y (2) Lenin: "Sobre el significado del materialismo militante" (1922) http://www.marxists.org/espanol/lenin/obras/1920s/iii-1922.htm
1 comentario:
Cuando era un estudiante de Basica siempre me preguntaba por que estando en democracia seguiamos regidos por una constitución creada en dictadura, lo encontraba como se dice en buen chileno "tirado de las mechas" que nadie se exaltara por esta situación. De hecho siempre he dicho que no podemos hablar de que somos un país democrático cuando en realidad nuestra constitucion la cual es la base, la Raiz de nuestro pais esta podrida. Esperemos que los nuevos aires de cambio que nos han traido los estudiantes,trabajadores, movimientos sociales y entre todos podamos crear las bases para poder salir de la burbuja mediatica que nos impone el neoliberalismo cuyo sistema ha fracasado y por fin volver a tener el poder que alguna vez nos fue arrancado violentamente. Necesitamos crear un nueva constitución urgentemente, una realmente democrática a través de una asamblea constituyente en donde estén todos los actores sociales involucrados y algún dia podamos decir con orgullo que somos un país DEMOCRATICO .
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