Después
de una visita de mi primo Angelo y su señora, me dispuse a ver un DVD
de mi colección: "Cream's Farewell Concert". Data del 2008, cuando me
bajé este video recital de Cream, banda de los 60s, y se lo regalé a mi
compañero de célula y Encargado de Propaganda de la misma, Carlos
Quilodrán Alvial
A
Carlos Quilodrán, de seguro como muchos viejos del Partido, lo conozco
desde antes de la cuna. Pero el reencuentro con él fue en 1997 (que yo
recuerde). Íbamos en la micro con mi papá, y nos encontramos con
Carlitos (o Carlos Chico, como le dicen). Hace pocos días yo había
tocado con una banda de rock clásico en un acto del PC en la Quinta
Normal (mediaba noviembre del 97). Y en el encuentro, Carlitos me dice
"súper buena la banda". Mi papá me dice: "¿te acordai de él?. Es de los
cabros de la Paula" (en alusión a la población Paula Jaraquemada). Y
durante el trayecto de locomoción colectiva, nos fuimos hablando con
Carlitos, sobre Grand Funk, Deep Purple y Led Zeppelin, los cuales
interpretábamos en la banda.
Desde
ese día, todo encuentro con Carlitos, en la feria, en la calle, era
sobre rock. Hasta diciembre del 2005, en que pasé al Partido, y terminé
en la célula de Carlitos Quilodrán. En esa fecha, ya era encargado de
propaganda celular.
Ahí
comencé a conocer más a Carlitos. Que se ubicaban con mi mamá desde el
Liceo 19 de Hombres de Quinta Normal (actual B-79). Que coincidió con
mis padres, en el mítico recital de Los Jaivas en Quinta Normal, en la
Parroquia de Carrascal, a inicios de 1973. Que vivió a inicios de los 80
en Argentina, donde vió al Quilapayún en un teatro de Buenos Aires y
salieron marchando por las callecitas que tienen ese qué sé yo??? en
solidaridad con la Resistencia Chilena. Que conoció a Los Jaivas en
Quintero a inicios de los 70, por un hermano.
Carlitos
es un hombre humilde, que no busca protagonismos, ni reconocimientos.
Hace lo que hay que hacer por consecuencia a la causa de sus semejantes,
el Pueblo, los trabajadores. Carlitos trabaja de lunes a sábado como
conserje en el barrio alto de Santiago (cerca de Sanhatan, como le dicen
pos oye). Los domingos se turna con sus hermanos para cuidar a su
madre. Carlitos considera que le queda muy poco tiempo para aportar al
Partido, y por eso,le da vergüenza decirse militante. Pero ahí está
Carlitos. Haciendo papelógrafos los día de semana en la mañana, antes de
partir a su trabajo, para las pegatinas de su célula los días jueves, y
que participa en ellas a altas horas de la noche. Algunas veces ha
hecho contacto con sindicatos de las fábricas de nuestro sector y
cercanas a ella. Por su célula ha llegado a la cuota personal de vender
20 diarios "El Siglo" semana por medio. Aunque no confía ni un céntimo
en la socialdemocracia o la DC, fue apoderado de mesa por Frei el 2010
en 2da vuelta, sólo por no ver al weón del Piñera en el sillón. Carlitos
va sagradamente a la Marcha del 1º de Mayo y del 11 de septiembre.
Carlitos
es de los que pese a las dificultades económicas diarias típicas del
chileno de a pie, anda con una sonrisa en el rostro y te saluda con un
abrazo. Carlitos es de los que los domingos, su día libre, hace casa a
casa, sale a pintar murales, participa en reuniones de célula, hace
propaganda en la feria. Y así y todo, comparte con su familia. Carlitos
es de los que ama el rock clásico y lo hippie, y escucha con amor sus
vinilos. A Carlitos le gusta el tango. Una vez, después de una reunión
de célula, alentado por mi padre en la guitarra, se lanzó a cantar
canciones del ritmo porteño.
Estos
últimos días, como el último tiempo, se han vertido críticas (algunas
ácidas, otras caricaturescas) hacia el Partido Comunista. Sí, nuestro
Partido se ha equivocado algunas veces. No es el paraíso, porque lo
construyen hombres, pero no es una maldición. Lo digo, porque lo
constituyen hombres humildes y enemigos de la farándula como Carlitos
Quilodrán. Si a veces me indigno por las cosas que se habla del PC, no
es por orden del Comité Central, o por defender a nuestros dirigentes
(cosa que he hecho y por voluntad propia). Es porque recuerdo a
Carlitos.
Si
un día ve a un compañero quintanormalino delgado, alto, pelo largo liso
y sonriente que anda conmigo junto a otro compañero (el Nano), ese es
Carlitos Quilodrán. Si un día habla mal sobre el PC, deténgase a pensar,
qué opina o estará haciendo Carlitos Quilodrán.
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