lunes, 6 de mayo de 2024

CARTA ABIERTA DEL NEGRO MATAPACOS A CRISTIAN WARNKEN.

Querido Cristián:

He leído tu carta, y no puedo más que sonreír irónicamente hacia el cielo gris de Santiago. En tus palabras, intentas pintarme como un perro amargado, un sueño efímero de barricada, pero permíteme decirte, oh poeta del establishment, que tu misiva es un patético intento de condescendencia, un retrato perfecto del arte de hablar mucho sin decir nada.

Permíteme, desde la humilde majestad de mis pulgas y mi errante andar, recordarte que soy simplemente un quiltro, un perro mestizo de las calles, no engendrado en la nobleza ni en la pretensión. No buscaba fama; ella me encontró en mi autenticidad, mi verdadero ser del pueblo, un espíritu libre que ni los salones pulidos ni las plazas controladas pueden realmente comprender.

Tu intento de amansarme en tu narrativa me revela más de tu mundo que del mío. Hablas desde un pedestal construido no sobre talento, sino sobre conexiones y una posición social que te ha blindado de la realidad que viven los de abajo, los olvidados, aquellos a quienes mi imagen representa. Criticas mi supuesta búsqueda de reconocimiento en otros lares, pero, ¿acaso no has usufructuado tú de tu estatus para posicionarte como una voz de los que, en verdad, apenas conoces?

Me acusas de ser una moda pasajera, pero eres tú, en tu mediocridad poética, quien parece aferrarse a cualquier vestigio de relevancia, pintando con palabras huecas las luchas de otros. No necesito reinventarme, porque no soy un producto de tu mundo frívolo y volátil. Mi imagen perdura en el tiempo, un símbolo firme en la memoria de quienes realmente luchan, no un mero adorno en la literatura de salón.

Soy el gruñido en la noche, el ladrido que resuena en los barrios, recordando a todos que, más allá de las traiciones y las modas pasajeras de los políticos y poetas de turno, la resistencia continúa. Mi relevancia no la dicta una estatua ni una columna en el periódico, sino la continua batalla de quienes me ven como un símbolo de su propia persistencia.

No, Cristián, no soy un mercenario de la fama. Soy la constante memoria de la calle, el eterno recordatorio de que hay quienes aún creen en la posibilidad de un mundo diferente. Y no, no necesito ir a La Moneda para recordar quién soy o qué represento. Eso es más de lo que muchos en tu círculo, incluido tú, podrían decir.

Lamento si esta respuesta no está adornada con la pretensión literaria que tanto te gusta exhibir, pero ya sabes, prefiero la acción directa más que las palabras vacías.

Con la cabeza alta y el espíritu indomable, Matapacos.

jueves, 2 de mayo de 2024

Cine Rebelde y Antifascista: "V: Invasión Extraterrestre" (1983-1985)

"V" ("V: Invasión Extraterrestre", 1983-1985) fue una referencia directa al nazismo y se hizo notar de manera casi explícita en la simbología alienígena. En ella pudimos observar claramente una esvástica "evolucionada".

Las fuentes que inspiraron a Kenneth Johnson (creador de la serie) fue el mismo Holocausto y la Alemania nazi.

En un principio la serie iba a tener un tono más realista al tratar sobre una rebelión que combatiría a un nuevo orden Neo Nazi en los Estados Unidos. Pero esta idea no agradó mucho a los ejecutivos de la NBC, que parecían más interesados en una serie de entretenimiento y ciencia ficción.

Si bien la idea de Johnson nunca cambió, esta se "camufló" detrás de una historia de ciencia ficción que abordó el tema del fascismo en tiempos de democracia. Esta manera más "sutil" de plantear esos tópicos, pareció ser más aceptable para los ejecutivos de la NBC.-

En el transcurso de la historia, el canal de televisión de la Resistencia emite informes de personas que, superando enemistades, se unen para repeler la ocupación "extranjera", tal como sucedió con blancos y negros en Sudáfrica (que para las fechas de producción de la serie, todavía estaba bajo el apartheid). Además, se usan referencias directas a ciertos personajes de la historia: Diana, por ejemplo, puede asociarse con el Dr. Josef Mengele. También hay marcadas influencias de la obra de Bertolt Brecht Terror y miseria del Tercer Reich.