martes, 10 de septiembre de 2024

Homenaje a un gran comunista: Pablo de Rokha


Un 10 de septiembre de 1968, a los 73 años de edad, Pablo de Rokha se quita la vida. Joven rebelde, fue expulsado de varios centros educativos por leer y compartir con sus compañeros libros “blasfemos” escritos por autores como Rabelais, Nietzsche o Voltaire. Comenzó a colaborar con diarios como La Razón o La Mañana, y vivía de la compraventa de productos agrícolas. Posteriormente fundó la Revista Dínamo y fue candidato a diputado por el Partido Comunista. 

En 1965 recibió el Premio Nacional de Literatura, pero al principio su poesía no fue bien recibida debido a su carácter rupturista con la tradición lírica chilena y su carácter difícil, que le procuró numerosas polémicas con autores consagrados como Vicente Huidobro o Pablo Neruda. Fue autor de cuarenta y seis volúmenes, compuestos por libros de poesía, ensayos, antologías y folletos. 

Aunque su obra recibió escasa revisión crítica, ha sido reconocida como una influencia fundamental en la escritura hispanoamericana posterior en general. En su “Canto del macho anciano”, presente en Acero de invierno (1961), escribe apesumbrado: “Sentado a la sombra inmortal de un sepulcro…/escarbo los últimos atardeceres…/y como ya todo es inútil…/escucho el regimiento de esqueletos del gran crepúsculo”. Por esta época muere trágicamente su hijo Carlos, lo que sumado a la ausencia de Winétt, su sempiterna compañera, no le permite recuperarse.

miércoles, 4 de septiembre de 2024

Discurso de Salvador Allende la noche del 4 de septiembre de 1970 desde los balcones de la FECH.

 

Con profunda emoción les hablo desde esta improvisada tribuna por medio de estos deficientes amplificadores.


¡Qué significativa es, más que las palabras, la presencia del pueblo de Santiago, que interpretando a la inmensa mayoría de los chilenos, se congrega para festejar la victoria que alcanzamos limpiamente, el día de hoy, victoria que abre un camino nuevo para la patria, y cuyo principal actor es el pueblo de Chile aquí congregado! ¡Qué extraordinariamente significativo es que pueda yo dirigirme al pueblo de Chile y al pueblo de Santiago desde la Federación de Estudiantes! Esto posee un valor y un significado muy amplio.


Nunca un candidato triunfante por la voluntad y el sacrificio del pueblo usó una tribuna que tuviera mayor trascendencia. Porque todos lo sabemos. La juventud de la patria fue vanguardia en esta gran batalla, que no fue la lucha de un hombre, sino la lucha de un pueblo; ella es la victoria de Chile, alcanzada limpiamente esta tarde.


Yo les pido a ustedes que comprendan que soy tan sólo un hombre, con todas las flaquezas y debilidades que tiene un hombre, y si pude soportar -porque cumplía una tarea- la derrota de ayer, hoy sin soberbia y sin espíritu de venganza, acepto este triunfo que nada tiene de personal, y que se lo debo a la unidad de los partidos populares, a las fuerzas sociales que han estado junto a nosotros. se lo debo al hombre anónimo y sacrificado de la patria, se lo debo a la humilde mujer de nuestra tierra. Le debo este triunfo al pueblo de Chile, que entrará conmigo a La Moneda el 4 de noviembre.


La victoria alcanzada por ustedes tiene una honda significación nacional. Desde aquí declaro, solemnemente que respetaré los derechos de todos los chilenos. Pero también declaro y quiero que lo sepan definitivamente, que al llegar a la Moneda, y siendo el pueblo gobierno, cumpliremos el compromiso histórico que hemos contraído, de convertir en realidad el programa de la Unidad Popular.


Lo dije: no tenemos ni podríamos tener ningún propósito pequeño de venganza. sería disminuir la victoria alcanzada. Pero, si no tenemos un pequeño propósito de venganza, de ninguna manera, vamos a claudicar, a comerciar el programa de la Unidad Popular, que fue la bandera del primer gobierno auténticamente democrático, popular, nacional, y revolucionario de la historia de Chile.


Dije y debo repetirlo: si la victoria no era fácil, difícil será consolidar nuestro triunfo y construir la nueva sociedad, la nueva convivencia social, la nueva moral y la nueva patria.


Pero yo sé que ustedes, que hicieron posible que el pueblo sea mañana gobierno, tendrán la responsabilidad histórica de realizar lo que Chile anhela para convertir a nuestra patria en un país señero en el progreso, en la justicia social, en los derechos de cada hombre, de cada mujer, de cada joven de nuestra tierra.


Hemos triunfado para derrocar definitivamente la explotación imperialista, para terminar con los monopolios, para hacer una profunda reforma agraria, para controlar el comercio de exportación e importación, para nacionalizar, en fin, el crédito, pilares todos que harán factible el progreso de Chile, creando el capital social que impulsará nuestro desarrollo.


Por eso, esta noche que pertenece a la Historia, en este momento de júbilo, yo expreso mi emocionado reconocimiento a los hombres y mujeres, a los militantes de los partidos populares e integrantes de las fuerzas sociales que hicieron posible esta victoria que tiene proyecciones más allá de las fronteras de la propia patria. Para los que estén en la pampa o en la estepa, para los que me escuchan en el litoral, para los que laboran en la precordillera, para la simple dueña de casa, para el catedrático universitario, para el joven estudiante, el pequeño comerciante o industrial, para el hombre y la mujer de Chile para el joven de la tierra nuestra, para todos ellos, el compromiso que yo contraigo ante mi conciencia y ante el pueblo -actor fundamental de esta victoria- es ser auténticamente leal en la gran tarea común y colectiva. Lo he dicho: mi único anhelo es ser para ustedes el Compañero presidente.


Chile abre un camino que otros pueblos de América y del mundo podrán seguir. La fuerza vital de la unidad romperá los diques de la dictadura y abrirá el cauce para que los pueblos puedan ser libres y puedan construir su propio destino.


Somos lo suficientemente responsables para comprender que cada país y cada nación tiene sus propios problemas, su propia historia y su propia realidad. Y frente a esa realidad serán los dirigentes políticos de esos pueblos los que adecuarán la táctica que deberá adoptarse.


Nosotros sólo queremos tener las mejores relaciones políticas, culturales, económicas, con todos los países del mundo. Sólo pedimos que respeten -tendrá que ser así- el derecho del pueblo de Chile de haberse dado el gobierno de la Unidad Popular.


Somos y seremos respetuosos de la autodeterminación y de la no intervención. Ello no significará acallar nuestra adhesión solidaria con los pueblos que luchan por su independencia económica y por dignificar la vida del hombre.


Sólo quiero señalar ante la historia el hecho trascendental que ustedes han realizado, derrotando la soberbia del dinero, la presión y amenaza, la información deformada, la campaña del terror, de la insidia y la maldad. Cuando un pueblo ha sido capaz de esto, será capaz también de comprender que sólo trabajando más y produciendo más podremos hacer que Chile progrese y que el hombre y la mujer de nuestra tierra, la pareja humana, tengan derecho auténtico al trabajo, a la vivienda, a la salud, a la educación, al descanso, a la cultura y a la recreación, juntos, con el esfuerzo de ustedes vamos a hacer un gobierno revolucionario.


La revolución no implica destruir sino construir, no implica arrasar sino edificar; y el pueblo chileno está preparado para esa gran tarea en esa hora trascendente de nuestra vida.


Compañeras y compañeros, amigas y amigos: Cómo hubiera deseado que los medios materiales de comunicación me hubieran permitido hablar más largamente con ustedes y que cada uno hubiera oído mis palabras, húmedas de emoción, pero a la vez firmes en la convicción de la gran responsabilidad que todos tenemos y que yo asumo plenamente.


Yo les pido que esta manifestación sin precedentes se convierta en la demostración de la conciencia de un pueblo. Ustedes se retirarán a sus casas sin que haya el menor asomo de una provocación y sin dejarse provocar. El pueblo sabe que sus problemas no se solucionan rompiendo vidrios o golpeando un automóvil. Y aquéllos que dijeron que el día de mañana los disturbios iban a caracterizar nuestra victoria, se encontrarán con la conciencia y la responsabilidad de ustedes. Irán a sus trabajos, mañana o el lunes, alegres y cantando; cantando la victoria tan legítimamente alcanzada y cantando al futuro. Con las manos callosas del pueblo, las tiernas manos de la mujer y la sonrisa del niño, haremos posible la gran tarea que sólo un sueño responsable podrá realizar. El hecho de que estemos esperanzados y felices, no significa que nosotros vayamos a descuidar la vigilancia: el pueblo, este fin de semana, tomará por el talle a la patria y bailaremos desde Arica a Magallanes, y desde la cordillera al mar, una gran cueca, como símbolo de la alegría sana de nuestra vida.


Pero al mismo tiempo mantendremos nuestros comités de acción popular, en actitud vigilante, en actitud responsable, para estar dispuestos a responder a un llamado -si es necesario- que haga el comando de la Unidad Popular.


Llamado para que los comités de empresas, de fábricas, de hospitales, en las juntas de vecinos, en los barrios y en las poblaciones proletarias, vayan estudiando los problemas y las soluciones; porque presurosamente tendremos que poner en marcha el país. Yo tengo fe, profunda fe, en la honradez, en la conducta heroica de cada hombre y de cada mujer que hizo posible esta victoria. Vamos a trabajar más. Vamos a producir más. Este triunfo debemos tributarlo en homenaje a los que cayeron en las luchas sociales y regaron con su sangre la fértil semilla de la revolución chilena que vamos a realizar.


Quiero antes de terminar, y es honesto hacerlo así, reconocer que el gobierno entregó las cifras y los datos de acuerdo con los resultados electorales. Quiero reconocer que el jefe de plaza, General Camilo Valenzuela, autorizó este acto, acto multitudinario, en la convicción y certeza que yo le diera de que el pueblo se congregaría, como está aquí en actitud responsable, sabiendo que ha conquistado el derecho a ser respetado en su victoria, el pueblo que sabe que entrará conmigo a La Moneda el 4 de noviembre de este año.


Quiero destacar que nuestros adversarios de la Democracia cristiana han reconocido en una declaración, la victoria popular. No le vamos a pedir a la derecha que lo haga. No lo necesitamos. No tenemos ningún ánimo pequeño en contra de ella. Pero ella no será jamás capaz de reconocer la grandeza que tiene el pueblo en sus luchas, nacida de su dolor y de su esperanza.


Nunca como ahora, sentí el calor humano; y nunca como ahora la canción nacional tuvo para ustedes como para mí tanto y tan profundo significado. En nuestro discurso lo dijimos: somos los herederos de los padres de la patria y juntos haremos la segunda independencia: la independencia económica de Chile.


Les digo que se vayan a sus casas con la alegría sana de la limpia victoria alcanzada. Esta noche, cuando acaricien a sus hijos, cuando busquen el descanso, piensen en el mañana duro que tendremos por delante, cuando tengamos que poner más pasión, más cariño, para hacer cada vez más grande a Chile, y cada vez más justa la vida en nuestra patria.


Gracias, gracias, compañeras. Gracias, gracias, compañeros. Lo mejor que tengo me lo dió mi partido, la unidad de los trabajadores y la Unidad Popular.


A la lealtad de ustedes, responderé con la lealtad de un gobernante del pueblo, con la lealtad del compañero Presidente.

lunes, 26 de agosto de 2024

Psiquiatría en la #URSS🟥 🧵

 

“Cuando se transforman las relaciones de producción y se pasa del capitalismo al socialismo, muchos aspectos de las enfermedades mentales y muchas actitudes de la psiquiatría adquieren nuevos aspectos". Así comienza el capítulo “Psiquiatría y Socialismo” del libro “Psiquiatría y Poder” escrito en 1969 por Giovanni Berlinguer. El autor subraya y pone de manifiesto 3 puntos referentes a como operaba la psiquiatría en la URSS.

1.- La psiquiatría se considera en esencia como una rama de la medicina. Esto se menciona en contraste a cómo opera la psiquiatría en el contexto capitalista, no se consideraba pertinente a la psiquiatría la participación en temas como el análisis de conflictos geopolíticos,pero siquiera tampoco sobre la felicidad o la desdicha personal, así como manifestaciones menores de malestar que no constituyen alteraciones clínicas importantes.

En este aspecto se pone de manifiesto que no se atribuye a los psiquiatras funciones de control social.


2.- La cantidad de internados en hospitales psiquiátricos es muy baja. En comparación a países con similares niveles de desarrollo industrial, la tasa de internados en la URSS oscilaba entre una tercera parte y una quinta parte. La rotación es más veloz, frente a los 4 meses máximos de la URSS, destacan los 3 años de media en EEUU. También existía una menor segregación de los enfermos y se implementaron terapias comunitarias. Por tanto, la cronicidad es mucho menor.

En ese sentido, se pone de manifiesto el tercer y último punto.


3.- La sociedad menos competitiva deja más lugar para quienes padecen de alguna disminución. Es importante tener en cuenta que esto se daba de una manera ni mucho menos idílica. En un inicio, el socialismo se guía por la máxima “a cada quien según su trabajo”, solamente en la transición al comunismo se puede progresivamente transformar en “a cada quién según su necesidad”. Por lo tanto, el trabajo sigue teniendo un papel fundamental en el desarrollo personal de los individuos y en su participación en sociedad. Como señala Marx en la “Crítica al programa de Gotha", la nueva sociedad ostenta todavía las “manchas” del capitalismo, por lo tanto el socialismo no puede (y la URSS no pudo) desembarazarse de todo aquello que resulta consecuente del modo de producción capitalista.

lunes, 12 de agosto de 2024

Extracto del texto “Los niños sombra” del libro La Ruta del Samurai. (Jorge Orpianesi)


"En Nagasaki vivía una sombra que había perdido a su dueño. No entendía que había pasado. Hacía unos minutos, ambos habían estado jugando en el patio junto a los demás niños y sus sombras. Las risas llenaban los días de aquella sombra pero una mañana esas risas se apagaron. Nunca supo que había sucedido. La escuela ya no estaba en su lugar, el silencio había reemplazado al bullicio y al mirar a su alrededor solo pudo ver alguna que otra sombra desorientada buscando a su niño. Desahuciada, la sombra se sentó en un escalón junto a la pared y allí se quedó. Si pasas por ese lugar, seguro la podrás ver en silencio, esperando por su pequeño dueño…"

Texto que hace referencia a la escuela Shiroyama de Nagasaki que recibió de lleno la explosión atómica haciendo desaparecer en segundos a 400 alumnos. La imagen muestra la escultura que está en la entrada de la actual escuela Shiroyama y que recuerda a las inocentes víctimas de aquel 9 de agosto de 1945.


Fotografía by Jorge Orpianesi


Video de la escuela en nuestro canal de YouTube: Visitamos Hiroshima y Nagasaki.

domingo, 11 de agosto de 2024

Declaración de la Brigada Internacional del Comité Local de Moscú, del Partido Comunista de la Federación de #Rusia🇷🇺.

Rusia Federal, ciudad de Moscú, 

7 de agosto del 2024.

Hemos tenido conocimiento del arbitrario encarcelamiento del Alcalde de la Comuna de Recoleta, en la República de Chile, del camarada Daniel Jadue, miembro del Partido Comunista de Chile.

Desde Moscú, queremos expresar nuestra Solidaridad con el compañero Daniel Jadue, y expresarle nuestro total apoyo en su lucha contra la oligarquía chilena.

Conocemos las falsas acusaciones que no son más que una acusación política, ante sus programas populares como las Farmacias Populares, Ópticas para el pueblo, Universidad abierta para la juventud de escasos recursos, otros programas que han solucionado los problemas básicos de la población de la Comuna de Recoleta, lo que es un ejemplo y orgullo para Chile.

Exigimos, 

¡LIBERTAD PARA EL CAMARADA DANIEL JADUE!

Estaremos atentos a todas las noticias que nos lleguen de Chile, con respecto a nuestro compañero de lucha, en especial.

Coordinadores de la BRIGADA INTERNACIONAL ( INTERBRIGADA), del Comité Local de Moscú del Partido Comunista de la Federación de Rusia.

Tatiana Deciatova

Serguéi Tímojov

Aquiles Rivas (traductor).

viernes, 9 de agosto de 2024

Faetón y el carro del sol (Mitología Griega)

 


En la antigua Grecia nació un joven llamado Faetón que era el hijo ilegítimo de Helio y Climene. Helio era conocido también como Apolo, dios de la luz y la verdad o el dios del sol. Faetón alardeaba con sus amigos de que su padre era el dios sol. Estos se resistían a creerlo pero Faetón tampoco conocía a su padre y llegó a dudar. Faetón le pide a su madre que le diga la verdad, y ésta le envía al mismo Sol para que sea el quien se la confirme.

Faetón visita a Helio en su palacio construido en la cima de las cumbres terrestres. El Sol no sólo le aseguró que era hijo suyo y de la ninfa Climene, sino que quiso probárselo concediéndole cualquier deseo. Faetón le dijo a su padre que su deseo era hacer lo mismo que hacía él todos los días, conducir su carro de fuego en el viaje del Astro por el firmamento. Helio se arrepintió inmediatamente de su promesa y le advirtió que ni Zeus que domina el rayo de los hombres y gobierna a los dioses lo podía controlar. Faetón insistió diciéndole que si era realmente su hijo podía hacer lo mismo que hacía el. Finalmente Helio, atrapado y apesadumbrado por la promesa que ha pronunciado, debe ceder al peligroso deseo de su hijo, un débil mortal.

Helios no cesaba de hacerle recomendaciones. Debía mantenerse siempre en el medio, ni muy alto ni muy bajo y seguir el mismo rumbo que él recorría en forma cotidiana. Le advirtió que condujera sin apuros, que los caballos se deslizarían solos y que su alineación debía ser perfecta. Faetón subió al carro de oro del sol tirado por caballos en llamas. Y las diosas de las Horas le acomodaron los arneses de oro. Faetón partió y los alados corceles lo llevaron hacia lo alto perdiéndose en los cielos e iniciando el camino del nuevo día.

Pero el carro se movía demasiado y los caballos se asustaron. Faetón no logró dominarlos y perdió el control. Primero se fue demasiado alto, haciendo que la tierra se enfriara y chocando con cuerpos celestes lo que provocó un verdadero caos cósmico. Luego bajó demasiado y chocó con la tierra. La vegetación se secó convirtiendo en desierto la mayor parte de África y quemando la piel de los etíopes hasta volverla negra. Los estragos y sufrimiento que causó en el mundo hicieron que Zeus interviniera para detener el caos, lanzando un rayo fulminante sobre el, quien finalmente cayó mortalmente herido al río Erídano.

Su amigo Cicno se apenó tanto que los dioses lo convirtieron en cisne. Sus hermanas, las helíades, también se apenaron y fueron transformadas en alisos o álamos, según Ovidio, convirtiéndose sus lágrimas en ámbar.

jueves, 8 de agosto de 2024

Revolución (Slawomir Mrozek, República Popular de #Polonia🇵🇱)

En mi habitación la cama estaba aquí, el armario allá y en medio la mesa.

Hasta que esto me aburrió. Puse entonces la cama allá y el armario aquí.

Durante un tiempo me sentí animado por la novedad. Pero el aburrimiento acabó por volver.

Llegué a la conclusión de que el origen del aburrimiento era la mesa, o mejor dicho, su situación central e inmutable.

Trasladé la mesa allá y la cama en medio. El resultado fue inconformista.

La novedad volvió a animarme, y mientras duró me conformé con la incomodidad inconformista que había causado. Pues sucedió que no podía dormir con la cara vuelta a la pared, lo que siempre había sido mi posición preferida.

Pero al cabo de cierto tiempo la novedad dejó de ser tal y no quedo más que la incomodidad. Así que puse la cama aquí y el armario en medio.

Esta vez el cambio fue radical. Ya que un armario en medio de una habitación es más que inconformista. Es vanguardista.

Pero al cabo de cierto tiempo… Ah, si no fuera por ese «cierto tiempo». Para ser breve, el armario en medio también dejó de parecerme algo nuevo y extraordinario.

Era necesario llevar a cabo una ruptura, tomar una decisión terminante. Si dentro de unos límites determinados no es posible ningún cambio verdadero, entonces hay que traspasar dichos límites. Cuando el inconformismo no es suficiente, cuando la vanguardia es ineficaz, hay que hacer una revolución.

Decidí dormir en el armario. Cualquiera que haya intentado dormir en un armario, de pie, sabrá que semejante incomodidad no permite dormir en absoluto, por no hablar de la hinchazón de pies y de los dolores de columna.

Sí, esa era la decisión correcta. Un éxito, una victoria total. Ya que esta vez «cierto tiempo» también se mostró impotente. Al cabo de cierto tiempo, pues, no solo no llegué a acostumbrarme al cambio -es decir, el cambio seguía siendo un cambio-, sino que, al contrario, cada vez era más consciente de ese cambio, pues el dolor aumentaba a medida que pasaba el tiempo.

De modo que todo habría ido perfectamente a no ser por mi capacidad de resistencia física, que resultó tener sus límites. Una noche no aguanté más. Salí del armario y me metí en la cama.

Dormí tres días y tres noches de un tirón. Después puse el armario junto a la pared y la mesa en medio, porque el armario en medio me molestaba.

Ahora la cama está de nuevo aquí, el armario allá y la mesa en medio. Y cuando me consume el aburrimiento, recuerdo los tiempos en que fui revolucionario.