Foto: Yemenitas con las banderas de Rusia, la República Democrática Popular de Yemen (Yemen del Sur) y el rostro de Putin
Fotos como esta causan revuelo, impacto, debate y en algunos, desagrado. Y es de esperar. Partiremos con la conclusión de estas líneas, porque la urgencia lo hace necesario: Sí, Putin no es comunista y Rusia no es la URSS. Pero que un derechista como él cause simpatías en la iconografía en pueblos asediados por el imperialismo yanqui, pueblos que en sus terruños votan a la izquierda y enarbolan sus estandartes, es sólo fruto porque cierta izquierda europea y alguna latinoamericana no se han levantado como verdadera alternativa antiimperialista, o han negado desde posiciones muy de la burguesía liberal, cuando se levantan algunos líderes revolucionarios, sobretodo en Latinoamérica.
Ya es natural, desde algunas izquierdas escuchar mofas o repetir la cantinela de que Fidel era un dictador, Chávez también, Maduro también, Daniel Ortega también, Evo igual, Díaz Canel, etc. Y es que en esas izquierdas, donde la chilena juega un rol preponderante, aún no se supera la contradicción que derivó en debate a finales de los 80: con la caída de los socialismos reales, ¿valía la pena o no, ser marxista? Muchos partidos de izquierda siguieron enarbolando las banderas del marxismo-leninismo, pero en su interior aún habían elementos humanos, que rasgaban vestiduras con todo ese discurso y se fueron en busca supuestamente de la democracia y el fuego que Prometeo ya había entregado a los humanos, pero en realidad se fueron por el camino de lo cómodo, fácil, rápido, pero totalmente traidor a los pueblos. Así padecimos 30 años de injusticias en Chile.
Todo demostraba que esa discusión aún no se resolvía del todo, cuando algunos reconocidos marxistas-leninistas, condenaban el "intento de Golpe de Estado" que comandaba el Comandante Hugo Chávez Frías el 92. Cuando apareció el EZLN, el 94, lo mismo. Después, se "entendió" y "conoció" a Chávez. Y de verdad, algunos recién vinieron a informarse cuáles eran los verdaderos motivos y causales políticas que habían llevado a Chávez a alzarse en armas, de parte del pueblo venezolano, el 4 de febrero de 1992. El desconocimiento llevó a que algunas organizaciones revolucionarias lo condenaran. Pero algunos, en su cada vez más alto enamoramiento con la democracia burguesa y con el neoliberalismo, prefirieron seguir haciéndose los "desinformados".
Cuando Chávez llamó a conformar la V Internacional, algunos denominados de izquierda, entraron en colapso..... Para algunos, seguir hablando de Revolución e Internacionalismo Proletario es nostalgia solamente, no una necesidad para la lucha obrera contra un capital globalizado.
Cuando otros cuadros revolucionarios han emprendido causas antiimperialistas e internacionalistas, como Maduro, Ortega, Díaz Canel, se les tilda de dictadores, de ridículos, y otros epítetos, que en realidad ocultan el desprecio hacia el extracto de clase de estos dirigentes. Que un obrero como Maduro las masas lo levanten como dirigente revolucionario es inconcebible. Aún así, por ejemplo, el compañero Nicolás ha continuado experiencias como la Unión Bicentenaria de los Pueblos (levantada por Chávez) y ha levantado nuevas, desde el aspecto sindical, como la Plataforma de la Clase Obrera Antiimperialista (PCOA).
Los pueblos y la izquierda tienen líderes antiimperialistas. Pero la mal denominada izquierda y que sigue la lógica de la socialdemocracia, han hecho de todo por invisibilizarlos, sin resultado. Además, esta socialdemocracia vestida de izquierda, no ha levantado ningún cuadro como referente antiimperialista.
En Europa, buena parte de la izquierda se ha socialdemocratizado, y por ende, no se levantará como referente antiimperialista. Lukashenko, comunista presidente de Bielorruisa, lo ha planteado: con Putin tiene diferencias conceptuales de sociedad, pero en términos de defensa, es el único socio con el que se puede entender, ante una OTAN cada vez más expandida en dicho continente. Y la OTAN, no ha sido más que el frente militar del imperialismo. Las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk solicitaron apoyo militar a Rusia como Estados soberanos para frenar el bombardeo diario que el régimen neofascista de Ucrania venía ejerciendo contra ellos.
El tema de Putin, más que nada es un reflejo de que en Europa, como en todo el orbe, aún está en pugna la visión de izquierda versus la socialdemocracia. Y a los revolucionarios, nos queda definir dicha contradicción, para que el futuro sea a favor de los Pueblos, y no del imperialismo.
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