miércoles, 13 de agosto de 2014

Los héroes que necesita Chile hoy: los héroes que surgen del pueblo



 "En vida de los grandes revolucionarios, las clases opresoras les someten a constantes persecuciones, acogen sus doctrinas con la rabia más salvaje, con el odio más furioso, con la campaña más desenfrenada de mentiras y calumnias. Después de su muerte se intenta convertirlos en íconos inofensivos, canonizarlos por decirlo así, rodear sus nombres de una cierta aureola de gloria para "consolar" y engañar a las clases oprimidas, castrando el contenido de su doctrina revolucionaria, mellando el filo revolucionario de ésta, envileciéndola"

(Lenin - El Estado y la Revolución)

 El día de hoy, surgió con un amigo del barrio, en un intercambio de ideas por facebook, la polémica sobre cómo el capitalismo ha comercializado con la imagen del Ché, convirtiéndolo en un bien de consumo, en chapitas, poleras, etc... Claramente, el capitalismo ha intentado hacer éso, tratando de utilizar la admiración que el Ché levanta en los pueblos del mundo, hasta el día de hoy, con tal de poder generar plusvalía. Al burgués con tal de ganar, le da lo mismo invertir su capital en escuelas, fábricas de salchichas, o utilizar la imagen de grandes revolucionarios. Y ésto lo hacen con su qué: nos venden a un Ché, pero a un Ché vencido, asesinado por la CIA en Bolivia, no al Ché triunfador en Cuba, en el trabajo voluntario, en la construcción del Hombre Nuevo, en el Internacionalismo Proletario, tanto en Cuba, como en el Congo, o en Bolivia. Claramente, nos quieren desvirtuar la imagen del Ché (como lo plantea Lenin, con respecto a lo que las clases opresoras hacen con los grandes revolucionarios), con tal de que no tomemos su bandera de lucha, sino que nos cause simpatía, pero no apostar más allá. Sino terminaremos muertos como el Ché.

El Ché, como otros héroes, ha triunfado porque no es un paradigma de alguien imposible de alcanzar, como Superman, Cenicienta, u otros héroes tan artificiales como Marilyn Monroe, Stallone, o los niños de programas de farándula, con sus problemas de drogas, etc. El Ché ha triunfado porque es un héroe que emerge del pueblo. Que estuvo en él, luchó con él, construyó con él, y murió en esa pelea, con los pueblos del mundo.

Mi amigo, me preguntó que héroes teníamos los chilenos. Le plantié que además de figuras potentes y emergidas de nuestro pueblo, como Allende, Gladys Marín, Miguel Enríquez o Raúl Pellegrín Friedmann (el comandante del FPMR), debíamos mirar en nuestro propio barrio, en nuestra población, a nuestro alrededor. Tenemos héoreos que sin saberlo apuestan por terminar con esta mierda. Y los podemos encontrar en el obrero de la construcción, el campesino, el trabajador, el chileno de a pie que se saca la cresta más de 8 horas diarias, para llevar el sustento a su casa. Creo que ahí está el "héroe" que Chile tiene en estos días.

Es ése héroe, el chileno de a pie, quien ha logrado las grandes transformaciones que ha tenido nuestro país.  El que estuvo en las jornadas de movilización contra la dictadura. El que se hizo combatiente del Frente Patriótico Manuel Rodríguez. El que estuvo en todas las campañas de Allende, hasta que triunfó con el gobierno de la Unidad Popular. Fue este chileno de a pie, el que junto a los estudiantes el 2011, se levantó contra la represión estudiantil, y generó los cacerolazos en todas las poblaciones de nuestro país, y que cimentó la caída del gobierno de la derecha, gritando Chao Piñera. Fue este pueblo, el que se convenció de la necesidad de una Educación Pública, Gratuita, y de Calidad, de una Nueva Constitución, de una Asamblea Constituyente. Es éste pueblo el que llevó al parlamento a líderes populares y estudiantiles. Es éste pueblo el que botó a la derecha del Gobierno. Y es éste ciudadano de a pie, este pueblo, el que debe frenar las intentonas de frenar los cambios, que hoy se dan por algunos integrantes de la Nueva Mayoría. Debemos presionar para que se cumpla el programa de la Nueva Mayoría, no las negociaciones que unos pocos quieren, para que todo siga igual.

Cuando niño, yo soñaba con ser cosmonauta (como Yuri Gagarin). También le dije a mi madre, en mi infancia, que cuando grande quería ser minero del carbón. Cuando se vino el cierre de las minas de Lota, y toda la movilización y lucha que dieron los mineros el año 96 y 97, con la solidaridad de los estudiantes universitarios, y todo el pueblo chileno, recordé ese anhelo. Porque mi admiración por los mineros del carbón seguía latente. Mi abuelo Francisco Javier Neira, antes de convertirse en periodista, fue obrero del carbón. Mi patrón de héroe, distaba mucho del de Hollywood, nada de Batman, ni esas cosas.  

Como vemos, si nuestros niños, nuestros jóvenes necesitan un ejemplo de héroe, de ser quiénes llevan adelante cosas realizables, aunque los medios nos las trate de imposibles, soñadores, son nuestros trabajadores, nuestros mismos padres, abuelos, vecinos. Nosotros mismos. Está en nosotros, el futuro y el cambiar esta actual sociedad. Por mi parte, sigo viendo que a quiénes siempre he admirado son mis abuelos, mis padres y mis tíos. Al Ché, a la Gladys, a Allende, a Miguel Enríquez, a Raúl Pellegrín, a Fidel. Mis compañeros de lucha diaria. Por todo lo que han hecho. Y sigo insistiendo: es ese hérore el que necesitamos, para cambiar este país. Los estudiantes, trabajadores, etc.... El héroe emergido desde el seno del pueblo, no el fabricado por las clases opresoras.

Por lo tanto, la consigna del momento es: "A organizar al trabajador, al chileno, al estudiante. A organizarnos nosotros mismo, para luchar y vencer. A transformarnos en nuestros propios héroes"