viernes, 8 de julio de 2022

Los árboles son los buenos

A simple vista, El Hobbit y El Señor de los Anillos parecen ser sobre enanos, elfos, hobbits y metáforas para la gente inglesa sensata y realista, pero también se trata de los árboles. Más, se trata de cómo los árboles son buenos y la revolución industrial es mala.


Tolkien los nombra y describe con cariño: roble, fresno, haya, abedul, serbal, sauce. Tom Bombadil, un habitante del bosque, y Baya de oro, un espíritu del bosque, parecen los únicos seres incorruptibles de la Tierra Media. Los malos derriban árboles, a veces por simple deleite. Los buenos, por el contrario, los plantan, residen en o entre los árboles, que también sirven para esconderte de los huargos. La magia de Galadriel sostiene los árboles Mallorn de Lothlorien que, en lugar de perder sus hojas, se vuelven dorados y brillan. Estos árboles, junto con otros del Bosque Negro, él Bosque Viejo y Fangorn pueden acumular sabiduría, actuar en interés del bien o del mal, y son tan hermosos, vitales y vivos como los personajes que hablan.


Imagen by Ted Nasmith