viernes, 24 de octubre de 2014

20 Mandamientos de Charly García


Con motivo del cumpleaños del gran Charly, les comparto sus 20 mandamientos, sobre cómo componer, la música....

  1. Hacer una buena canción de modo fácil es imposible.
  2. Componer es matemática pura. A mí me interesa la fórmula.
  3. La letra es generalmente un complemento de la música.
  4. Si uno escribe solamente lo que le pasa, es un periodista.
  5. Componer, para mí, es una excusa para grabar. Me gusta más grabar que componer.
  6. Básicamente, componer es como pintar: es usar un espacio. Es como dibujar.
  7. No hay ningún misterio en componer. Como dijo Peter Gabriel: “Si le ponés un revólver a cualquiera que quiere componer, compone”. ¡Si es macho, compone!
  8. Es muy importante saber tocar canciones para hacer canciones. Los grupos que sólo tocan sus canciones no saben tocar otras canciones. Y generalmente sus temas son horribles: están mal hechos. Hay cosas que son 2 + 2 = 4.
  9. Para componer, hay que empezar por la infancia: recordar una gran canción y tratar de hacer una igual. Parte de la melodía de “Desarma y sangra” la hice a los doce años. Todo está atrás, cuando eras chico.
  10. Para hacer un tema como “Promesas sobre el bidet” hace falta una brasilera divina y un bidet. Y son cosas que no están al alcance de todos.
  11. La música solamente existe en este planeta porque hay aire. El universo es todo silencio.
  12. No veo una separación entre lo que me imagino y lo que se percibe que me imagino. Como la música es un artificio, es como estar adentro de las canciones. Cada vez me doy más cuenta de que uno quiere admitir algo que no se puede admitir.
  13. En las letras, antes inventaba cosas que no había vivido, y después las viví.
  14. Puedo componer sin escuchar. Lo tengo en la cabeza, lo escribo y ya está.
  15. Me gusta la abstracción y que eso sea una canción.
  16. Ahora compongo con loops: agarro una parte de un DVD y arranco, porque sé en qué tono están las películas.
  17. Alguien me dijo que en el futuro no iba a haber más artistas de la música. El concepto de artista iba a ser democrático: una máquina en el escenario y gente en los asientos, conectada con una máquina.
  18. Soy muy consciente de la música. Escucho más que todo el mundo. Es como si tuviera visiones de rayos X. No puedo evitar ver todo, y todo es una sinfonía constante.
  19. El peor ruido es un mal disco. La gente no tiene ni idea de eso, pero podés manipularlo. Yo quiero componer, y componer es manipular.
  20. ¿Saben cómo componían los Rolling Stones? El manager se dio cuenta de que no podían seguir tocando covers toda la vida, viviendo de los temas que les hacían Los Beatles, y a ellos no se les había ocurrido componer. Entonces les dio un grabador, una guitarra y una raya, los encerró en el baño y les dijo: “La bolsa la tengo acá afuera, hasta que no hagan una canción, no salen de ahí adentro”. O sea: “La necesidad es la madre de la invención”, como diría Frank Zappa.


miércoles, 8 de octubre de 2014

Las últimas palabras a mi padre Héctor Medina Jimenez, pronunciadas el día de su siembra


Aquella mañana del 6 de octubre ese abrazo con mi madre llorando juntos por tu partida, me recordó a esa mañana de invierno de 1985, en que debías partir por medidas de seguridad. Yo con ella, llorábamos, solos en el andén, después que el tren se alejó en dirección al sur.

La delación hacia varios compañeros, incluía tu nombre, y el Frente había dado la orden de que te movieras. No nos vimos por meses. En el sur, seguiste junto a destacamentos del FPMR haciendo acciones, trabajaste junto a hermanos mapuches, cortando vías, haciendo desestabilización a la dictadura
Siempre fuiste un rebelde. Esa mañana partías. Hoy partes también. Pero nos dejas un sabor amargo. Nadie, ni tú mismo se esperaba esta partida.

La vida es así, dicen. Unos primeros, otros después. Quien sabe. La vida es un espacio entre dos muertes. ¿Quién se iba a imaginar este momento? Ni tú mismo. El domingo, pese a todo, demostrabas un optimismo único, el de luchar, el de vivir

Tu amor por la vida, fue lo que te llevó en el liceo en 1968, a sumarte a las Juventudes Comunistas. Tu amor por la justicia, te llevó a combatir las atrocidades de la dictadura, desde el mismo 11. Por ese mismo amor, es que asumiste el desafío histórico, la tarea histórica, y así partiste, por estas mismas fechas, pero en 1982, por mandato del Partido, a prepararte militarmente a Cuba.

Esos años te eché tremendamente de menos. Llegaban tus cartas, fechadas supuestamente en España, que era el manto que diste. Sólo mi abuelito Juan, tu padre, entendió a lo que ibas realmente. El día que te despediste de él, te dijo: "¿Así que vas a la madre Patria?" (Creyendo que ibas a la Unión Soviética). "Aprende todo lo que debes aprender".

Cuando íbamos a visitarlo, siempre preguntaba por ti. "¿Ha escrito Stalin?" "¿Qué dice el Che Guevara?" Tu lo sabías, pero ten por seguro que él, estaba completamente orgulloso de ti. En tí, veía reflejados todos sus anhelos e ideales de revolucionario y militante comunista. Todos nosotros estábamos orgullosos. Y lo seguimos estando.

Después en marzo de 1984, llegaste. Los primeros 5 segundos te miré, y logré reconocerte. Estábamos juntos de nuevo. Aunque inmediatamente asumiste tu rol en las fuerzas especiales del Frente. Había momentos en que no estabas. Andabas combatiendo con las armas a la dictadura. Como debía ser. Como debía ser el rol de todo revolucionario.

Dentro de la historia se inscribe en que fuiste tú el jefe operativo del asalto al cuartel de la CNI, ubicado en Camino de Loyola. Tú estuviste en muchas operaciones. Cuando llegaste con las granadas vietnamitas para una protesta nacional en nuestra población. Dichas granadas, también hicieron furor en la población Paula Jaraquemada. Llegaban las tanquetas, por Carrascal. En un minuto, y siempre contabas riéndote que las fuerzas represivas desde Jujuy con Carrascal, pedían tregua. Cuando las futuras generaciones vean las imágenes de torres de alta tensión derribadas por el FPMR; la toma de radios para dar comunicados del Frente llamando a derrocar a la dictadura, que sepan que tú estuviste ahí. Así me lo dijo mi madre en su tiempo, cuando estabas preso: " Ahí estaba tu papá, siéntete orgulloso"

Cuando aparecías, me ibas a dejar al colegio, a la Matte, y le inventabas voces a los perros callejeros que solian acompañarnos después, y ya inventabas conversaciones que supuestamente tenían esos perros

Después, como lo decía, tuviste que partir al sur. Fueron meses sin verte. Nos veíamos esporádicamente. Después se dio el vernos de vez en cuando. Distintas casas de seguridad, entre ellas la de la tía Ana, y la de la tía Olivia. Hasta que llegó el día que te detuvieron, en 1986.

Te tomaron los esbirros de la CNI, en plena calle, cuando andabas en tus trámites de contabilidad, y lo primero que dijeron: "al fin te agarramos conchetumadre".  Ya te les habías fugado espectacularmente, varias veces; la más emblemática, cuando saliste oculto del Hospital Félix Bulnes, oculto entre la ropa sucia en el camión que la trasladaba. El establecimiento estaba rodeado, y la compañera Iris Barraza, te ayudó en la acción.

En la cana, hiciste artesanía, seguiste tu labor política del Partido, formaste un grupo musical. Tengo el cassette con una actuación de ese grupo, en un acto político dentro de la penitenciaría. Ahí, el Frente te entregó la piochita hecha ahí mismo por tus compañeros, reconociéndote como oficial de la Revolución chilena. Por eso, un día en un acto en el sindicato de taxistas, el Transporte Urbano te dedicó su canción El Muchacho: "el muchacho estaba parado detrás del poste, con la matraca en la mano"

Al salir en libertad asumiste tu rol en el comunal de Quinta Normal. Eras el encargado de pobladores, y te correspondió la tarea de conducir la democratización de las juntas de vecinos. Fuiste el presidente de la junta de vecinos No 28. En lo partidario, con el compañero Alejandro Aguilar, como Secretario Político, y tu compañera de toda la vida, Javiera, como orgánica, eran el secretariado que andaba de arriba para abajo.

En esa misma época, me seguiste enseñando la música. Me regalaste los primeros cassettes de Los Jaivas. Si soy medio hippie, es en parte por tu iniciativa. También te gustaban Los Jaivas. Por eso, cuando armamos el grupo con el Leo, la Pía, el Angelo, tú sí o sí tenías que meterte a tocar ahí. Canciones de Los Jaivas, del Illapu, de Víctor Jara, hasta que le dimos a los temas propios. Hasta teloneamos a Los Jaivas en mi universidad, ¿te acuerdas?. Compartimos escenario con Arak Pacha, Sol y Lluvia, varios más.

Ahora último, me llevaste a tocar al conjunto Sinfonía y Color de Chile. Nunca podías andar solo. Tenias que sumarme en tus aventuras, carretes. Y yo también te sumé a los míos.

Eras tan buen vividor. Siempre llamabas al compañero Nano, para que fuera un viernes a la casa "a servirnos alguna cosita". Te gustaba salir a recorrer Chile, meterte por caminos que ni conocías, y terminábamos en lugares recónditos que ni salían en los mapas. Un día de Olmué, terminamos en Til Til.

Así te recordaremos por siempre. Como el ser alegre que siempre cantaba con mi tío Leo, en los actos, en la familia. Que inventabas canciones, como la del ibuprofeno. Después hasta los clásicos del bolero, tenían que ver con el ibuprofeno

No te vas. Te quedas con nosotros. Gracias por ser el excelente padre, pese a laa distancias que nos ocasionó la represión. Te amaré por siempre.

Hasta siempre, tu hijo, tu chancho, tu chanchulito, tu Nené