jueves, 5 de diciembre de 2013

Ante los absurdos de la Dra. Cordero y Pamela Jiles, sobre las mujeres que votan por Bachelet, las palabras de mi madre

El otro día la doctora Cordero dijo "las guatonas que votan por Bachelet" y la Pamela Jiles dijo "las bigotudas que votan por Bachelet". Linda manera de referirse a sus pares estas mujeres, que representan lo peor de la sociedad, y por ende, lo mejor de la TV chilena. A la burguesía le sirve este tipo de mujeres en TV.
Ante estos dichos de estas faranduleras, mi madre opinó en las redes sociales:
"Esas personas y explicitamente esas mujeres son una verguenza para el género y para la raza humana, para ellas "es muy importante lo físico y la ropa de marca", no saben pensar de otra manera y la Jiles está en crisis porque está envejeciendo y no lo asume, todavía se cree lola, siempre fue descocada y ahora esta rayando la papa firme, se le arrancan los duendes pal bosque y los va ha buscar,NUNCA APRENDIÓ A CONOCER AL VERDADERO SER HUMANO Y PARA QUE HABLAR DE LA CORDERO."
 Jajajajajajajaja, ¿qué más enfático y directo que ésto? :)

lunes, 11 de noviembre de 2013

¿Por qué hoy, es necesario y patriótico marcar AC en el voto?

Marcar AC. Asamblea Constituyente. Ya otras veces me he referido a esta temática. Diversas candidaturas cercanas a visiones progresistas, de centro-izquierda, o izquierda, se han definido por esta necesaria e histórica tarea para el pueblo chileno.

Todos estamos claros que la actual Carta Magna de nuestra República, fue redactada por una dictadura sangrienta, que arrasó con la vida de miles de chilenos. Fueran o no militantes de izquierda.

Esa misma Carta Magna, hoy define los destinos de la Patria, para una minoría de habitantes del país, y a la gran mayoría de los chilenos (80%), que trabajamos como asalariados y producimos realmente la riqueza de este país, nos deja al albedrío y merced de las tarjetas de plástico, del mercado, del endeudamiento. Define que el sagrado derecho del conocimiento, de la educación, se transforme en mercancía. Que la salud, otro sagrado derecho del ser humano, sea otra mercancía, transable en la bolsa bursátil. Ya suficiente tenemos los quintanormalinos, que el Hospital Félix Bulnes no sea reconstruido, sólo porque los gobernantes, tenían presupuestado concesionarlo, y con la excusa del terremoto, tuvieron la excusa perfecta para echar andar el "moderno proyecto". Esto ha llevado a que para urgencias, cualquier caso de adulto y adulto mayor sea trasladado al Hospital Metropolitano en Providencia, límite con Las Condes. Y el riesgo que nuestros abuelitos fallezcan en el trayecto. Las demás comunas del sector Poniente de Santiago, se han visto igual de afectadas con esto. Y dentro de la salud, el tema de que sí o sí debes pagarla, el famoso cheque en blanco, el negocio de las Isapres, etc.

La Asamblea Constituyente se ha levantado como bandera de miles de chilenos, desde las movilizaciones del 2011, del Movimiento Estudiantil, de las Asambleas Ciudadanas de Regiones. Es un proceso democrático y participativo del pueblo, donde este redacte la nueva carta magna. Muchos pueblos de Latinoamérica ya han hecho este proceso democrático, dando pasos importantes en su desarrollo y en la participación de sus ciudadanos. Ante el cuco de la derecha, de que la Asamblea Constituyente es una bandera de la izquierda (en referencia a los gobiernos de Venezuela, Bolivia y Ecuador, por ejemplo), debemos recordarles que en estos años en países como Suiza o Islandia, se llevaron a cabo estos necesarios procesos. Y donde sus gobiernos no son necesariamente de izquierda.

Hoy entonces la consigna es: quien esté por una verdadera democracia, por un verdadero progreso del país, por un desarrollo sustentable de la Patria, está por la Asamblea Constituyente. Como la derecha insiste en negarse a ésta o no dice nada de ella (casos Matthei y Parisi), demuestran que siguen jugando el rol reaccionario y antihistórico que eternamente han jugado en Chile. 

¿Por qué yo, además de marcar mi preferencia presidencial, marcaré AC en la esquina superior derecha de mi voto, este domingo 17? Porque quiero una educación gratuita, pública y de calidad para todos los chilenos. Porque quiero que la salud sea un derecho y no un negocio. Porque quiero que los mapuches sean considerados como nación, y no como ciudadanos de X categoría por debajo de cualquier mercancía. Porque se reconozca su derecho a las tierras. Porque seamos nosotros los chilenos, los trabajadores, los estudiantes, los campesinos, las mujeres, quienes decidamos, y no X candidato. Porque seamos nosotros los verdaderos parlamentarios.

Podrá sonar a muy soñador. Nadie dice que será fácil. Pero no es imposible. Y como dijo Lennon: "dirán que soy un soñador, pero ya no soy el único, y espero que te nos unas muy pronto".

Independiente de por quién votes, #MarcaAC








































lunes, 14 de octubre de 2013

La Nueva Mayoría: la visión materialista-dialéctica que debe tener al momento de construirla

Comparto las palabras del compañero Jorge Coulon Larrañaga, miembro del grupo Inti-Illimani, candidato a diputado por Valparaíso, que sintetizan en parte, la postura de quienes apostamos a la construcción de la Nueva Mayoría desde la izquierda:

"Yo soy muy crítico de los Gobiernos de la Concertación. Creo que se dejaron llevar por cantos de sirenas y especialmente la izquierda que estaba en la Concertación perdió absolutamente su identidad. Entonces, no tengo esperanzas "religiosas" en la Nueva Mayoría; creo que es el camino para que realmente se eche a andar un cambio, pero eso va a depender de nosotros, de lo que hagamos. Yo no creo en la llegada del Mesías"

Hoy, debemos seguir dando la disputa ideológica, porque el programa de la Nueva Mayoría sintetice y represente las demandas de la amplia mayoría del pueblo chileno. Debemos seguir trabajando, porque los candidatos del movimiento social queden como diputados, senadores y CORES. Debemos lograr una mayoría parlamentaria, para realizar los cambios constitucionales que Chile necesita. Pero lo más importante: debemos mantener en alto la lucha y la movilización social. Sólo así, se podrán concretar los cambios que nuestro país necesita. Es el sentido materialista-dialéctico que debemos impregnarle a esta lucha. Son los objetivos políticos del momento. Sólo así, la clase obrera chilena, los trabajadores, campesinos, estudiantes, tendrán un mejor escenario en donde ir desenvolviendo la lucha de clases.

martes, 17 de septiembre de 2013

LA PRINCIPAL FORTALEZA DE NUESTRO PARTIDO ES LA UNIDAD DE ACCIÓN

Por Alejandro Aguilar Gajardo, candidato a Consejero Regional por San Felipe.
A MIS COMPAÑERAS Y COMPAÑEROS DEL PARTIDO
Y LAS JUVENTUDES COMUNISTAS DEL VALLE ACONCAGUA

La principal fortaleza de nuestro centenario Partido es la unidad de acción. Concepto dialéctico y democrático que siempre nos ha diferenciado de los demás partidos políticos. Es el alfa y omega del ser comunista.

La unidad de acción es la síntesis del debate democrático; es la creación colectiva que contiene —en distintas proporciones— todas las ideas que configuran la resolución adoptada; es la materialización de las diversas visiones subjetivas que tiene cada militante de la realidad objetiva, sobre la que necesitamos incidir para lograr los objetivos revolucionarios que nos hemos propuesto.

La unidad de acción es también la forma concreta de realizar la línea política, ese camino dialéctico que nos permite avanzar hacia la consecución de nuestros propósitos para un periodo determinado. Con cada acción —por minúscula que sea— estamos aplicando la táctica y la estrategia y, en un permanente y estrecho contacto con el pueblo y sus organizaciones, vamos evaluando cada paso andado y vamos ajustando, afinado el recorrido para ser más eficientes y eficaces en alcanzar las metas planteadas.

Identificamos con precisión la contradicción principal que afecta a la sociedad chilena: neoliberalismo versus democracia plena. Nos propusimos como objetivo principal derrotar a la Derecha pinochetista en noviembre, sacarla del Poder Ejecutivo, propinarle una derrota política contundente, desmoralizadora, que cause estragos entre sus adeptos. El medio para lograrlo se llama Michelle Bachelet, y la construcción unitaria de las fuerzas opositoras (difícil y compleja de lograr), es la Nueva Mayoría. La proyección que tenga este nuevo pacto político dependerá del programa de gobierno que se logre consensuar para un gobierno de cuatro años. Hasta hoy está en plena construcción. Los intereses de clase que prevalezcan en ese programa, determinará el carácter del futuro gobierno y también nuestra definición respecto de formar o no parte del gobierno. Nosotros los comunistas, el movimiento social, la lucha de masas hemos jugado un rol indispensable en este proceso. La continuidad e intensidad que seamos capaces de imprimirle a este factor decisivo de la política, nos permitirá seguir avanzando en nuestros objetivos revolucionarios, ya sea desde el gobierno o fuera de él. Lo razonable —a mi juicio— es integrar dicho gobierno, en el entendido que no será el gobierno de nuevo tipo al que aspiramos, pero será, sin duda, un avance significativo para generar la fuerza política y social necesaria para lograrlo.

La unidad es una relación de fuerzas en función de un objetivo. La nueva correlación de fuerzas políticas y sociales es el resultado de la lucha social, a la cual nosotros hemos contribuido con creces y tenemos toda la calidad moral de apropiárnosla, buscando liderar la conducción. En eso estamos los comunistas. Pero no estamos todas y todos los que somos. Algunos no han comprendido el momento que vivimos, las posibilidades de crecimiento que tenemos. Se han ensimismado en un discurso, en una visión, que no es congruente con la realidad objetiva, con el país que tenemos, con la evolución que experimenta la contradicción principal y se han apartado de la línea política del Partido, han desconocido el valor superlativo que tiene la característica más singular que por más de cien años hemos tenido: la unidad de acción; concebida también como la comunión de voluntades que expresa la disciplina consciente de cada militante, en pos del logro de las más sentidas aspiraciones de justicia y progreso social de nuestro pueblo.

Ahora que hemos conmemorado los 40 años del golpe de Estado, cuando ha estado en la palestra política nacional e internacional las atrocidades del fascismo en Chile, cuando se agiganta cada vez más el proyecto emancipador y liberador del gobierno de la Unidad Popular, encabezado por Salvador Allende, el Presidente Mártir, cuando nuestra representación parlamentaria era muy significativa, con 24 diputados y 9 senadores, nuestro mayor homenaje a los caídos y caídas es avanzar en la materialización los objetivos que nos hemos propuestos, eligiendo los nueve candidatos a diputados y el senador comunista.

Para ello resulta indispensable que todas y todos los comunistas nos alineemos, como siempre, bajo la dirección única del Partido y la unidad de acción. Conscientes de ser un actor político y social gravitante y consecuentes con nuestra vocación de lucha, valientes y abnegados, en la promoción, defensa y conquista de los derechos de la clase trabajadora y pueblo.

Los llamo a cada una y cada uno de mis compañeras y compañeros a sumarse, a desplegar todas las potencialidades que tienen cada cual y participar y contribuir decididamente en la batalla ideológica y electoral en curso. Que nadie mire del balcón pasar los acontecimientos, sino que —por el contrario— ser protagonistas de primera línea, como siempre nos hemos caracterizado los comunistas.

Con Recabarren, Lafertte y Fonseca; con Corvalán, Volodia y Gladys; con Neruda y Víctor Jara en la memoria, ¡¡MIL VECES VENCEREMOS!!

jueves, 12 de septiembre de 2013

PALABRAS DEL DIPUTADO GUILLERMO TEILLIER, PRESIDENTE DEL PARTIDO COMUNISTA, EN HOMENAJE A DIPUTADO VICENTE ATENCIO CORTES, REALIZADO EN LA CÁMARA DE DIPUTADOS EL 11 DE SEPTIEMBRE DE 2013.

 

Señor Presidente:
 Han pasado 40 años desde que se perpetrara el golpe de Estado contra el gobierno de la Unidad Popular con las funestas consecuencias que ha traído a nuestra Patria. En ese marco, no puedo dejar de rendir, en primer lugar, nuestro más sentido homenaje al Presidente Salvador Allende Gossens, que un día como hoy inmoló su vida por lealtad a su pueblo.
Debemos preguntarnos, señor Presidente, cuanta responsabilidad tiene esta propia Cámara de Diputados, al aprobar, el 22 de agosto de 1973, un acuerdo absolutamente inconstitucional contra el gobierno legítimamente constituido. Un acuerdo, a mi modo de ver, sedicioso, que sirvió de aval a los conspiradores del golpe y respecto del cual se hace difícil creer que no existiera alguna concomitancia.
Parte de esta Cámara desestimó toda posibilidad de encontrar una solución política a la crisis que vivía el país y prefirió el camino del golpe violento e irresponsable, sin medir las consecuencias. Como es sabido, el propio Presidente Salvador Allende tenía decidido llamar a un plebiscito en el que pondría en juego su propia investidura y que anunciaría el 11 de septiembre en un acto en la Universidad Técnica del Estado, tal  como se lo comunicó el 9 de septiembre a Pinochet. Esta decisión motivó el adelanto de la fecha del golpe, porque los golpistas no tenían como objetivo solo terminar con el gobierno, su propósito era dar una lección a Chile y el mundo para que nunca más volviera a germinar la idea preconizada por Allende  de un proceso pacífico, en los marcos constitucionales, hacia un socialismo democrático. Tal determinación fue tomada en Washington antes de que Allende asumiera el gobierno y refrendada por quienes se coludieron en Chile. Tal fue el motivo ideológico.
Por ello la declaración de guerra contra un pueblo desarmado, por ello el terrorismo de estado, por ello los crímenes de lesa humanidad, por ello la represión tan vasta y perversa.
Entre los miles de detenidos desaparecidos y ejecutados víctimas del golpe y de la dictadura, se encuentran 3 diputados, Carlos Lorca Tobar del Partido Socialista,  Gastón Lobos Barrientos del Partido Radical y  nuestro compañero Vicente Atencio Cortés del Partido Comunista de Chile, a quienes hoy expresamos nuestro más profundo reconocimiento, no solo como víctimas, sino fundamentalmente como representantes de esta Cámara, que no se rindieron y lucharon consecuentemente por recuperar la democracia.
Vicente Atencio, de profesión obrero estucador, fue Presidente de la CUT, Regidor, y Alcalde de Arica. Fue electo diputado por dos periodos y lo era el 11 de septiembre de 1973. Fue detenido el 11 de agosto de 1976 y llevado al cuartel de la DINA ubicado en Villa Grimaldi desde dónde desaparece, se sabe que allí estuvo junto a otros detenidos desaparecidos como Miguel Nazal Quiroz, Carlos Vizcarra Cofre y Marta Ugarte que después de ser sometida a tortura brutal fue lanzada al mar con el oprobioso intento de borrar las huelas de un crimen horrendo. La familia de Vicente realiza varias presentaciones ante la justicia, todas rechazadas hasta que sus restos fueron encontrados  casualmente por trabajadores en fosas clandestinas el año 1990 en el ex campo de tiro del Ejército de Chile en Peldehue. Una vez reconocidos sus restos fueron dejados en un nicho común. En 1994 fue trasladado al Memorial de los Detenidos Desaparecidos y Ejecutados ubicado en el Cementerio General. El año 1912, sus hijos, ante la gran incertidumbre que se produjo sobre la identidad de los restos de las víctimas encontradas, solicitaron pruebas de ADN por lo que se produjo su exhumación. Finalmente, el 11 de agosto de 2013 y de forma definitiva, Vicente Atencio fue sepultado en el Memorial del Cementerio General.
Esta es parte del vía crucis que han vivido miles de familias chilenas para encontrar los restos de sus seres queridos y que conste, señor Presidente, que respecto de muchas víctimas aún nada se sabe, por una insuficiente acción de las instituciones del estado y a causa del silencio cómplice de quienes fueron responsables y conocen de la situación de estas personas.
Ni el poder legislativo, ni el poder judicial, ni las Fuerzas Armadas, ni el propio poder ejecutivo han tenido la grandeza necesaria como para dar cabal respuesta a la exigencia de la inmensa mayoría de nuestro pueblo: Verdad, Justicia y Reparación.
Quiero expresarle a esta Cámara, por su intermedio, señor Presidente, que no es el propósito de mi intervención herir al adversario político, ni quieren mis palabras ser la expresión de odio o la búsqueda de venganza. Quisiera que se escucharan las razones de fondo y que no son otras que las de contribuir al reencuentro de los chilenos sobre la base de la verdad y de la justicia, porque de otra manera no será posible. Creo sinceramente que la Cámara de Diputados debe avanzar mucho más en contribuir a buscar la verdad y posibilitar la justicia y la reparación.
Nuestro compañero Vicente Atencio era casado con Zaida Abarca Leiva, ya fallecida, su compañera que lo buscó infatigablemente y tuvo que reconocer sus restos en 1990. Tuvo 4 hijos, Vicente, Isabel, Laura e Iván. A ellos, a sus familiares, a los familiares de Carlos y Gastón, a los familiares de todas las víctimas, a nuestra sociedad entera les decimos, honor y gloria a quienes ofrendaron su vida en la lucha contra la dictadura.
En su nombre no podemos más que reafirmar nuestra decisión de seguir luchando por verdad y justicia, por un Chile más democrático, participativo e igualitario, con justicia social.

lunes, 19 de agosto de 2013

CONVOCATORIA PARO NACIONAL DE LA SALUD 21 Y 22 DE AGOSTO 2013




Confederación de Trabajadores de la Salud
FENATS NACIONAL
R.A.F. 85.04.0033

CONVOCATORIA PARO NACIONAL 21 Y 22 DE AGOSTO 2013
Estimados Compañeros Trabajadores de la Salud;
Ubicados en un trance histórico frente a la grave crisis de estancamiento y debilitamiento del Sistema Público de Salud de Chile, los trabajadores de la red de salud hospitalaria, asumiendo nuestro papel de garantes y defensores del derecho a la salud  de nuestro pueblo, que demanda un servicio de Salud Pública de calidad, oportuno y gratuito de este bien social, que se opone al actual sistema económico neoliberal que profundiza el deterioro de la entrega de este bien, propiciando la privatización del servicio, la externalización y la flexibilización laboral como instrumento de dominación y desarme de las fortalezas que resguardan los derechos y garantías hacia la población usuaria.
Los trabajadores de la Salud, en este rol se levantan por detener el LUCRO EN SALUD, para demandar condiciones de derecho y oportunidad, pero también de legitimas mejoras para los trabajadores, que nos acerquen en el trato laboral y económico  al resto de las instituciones Públicas, donde hoy somos los parias del Estado; nada de esto será posible sin tener la capacidad de construir un verdadero cambio a la forma de entregar este servicio a la comunidad, y por lo mismo establecer la construcción de nuevos hospitales, de más tecnologías e insumos suficientes para la población.
Es por esta razón que iniciamos un proceso sobre el cual tenemos una responsabilidad, pero donde las personas que requieren el servicio no pueden estar ausentes, los USUARIOS DE SALUD, los que deben sumar activamente su participación en esta lucha, demandando juntos una REFORMA TRIBUTARIA PARA LA SALUD DE LOS CHILENOS. Levantemos juntos los cambios que el país requiere.
Esta convocatoria a PARO NACIONAL DE LOS DIAS 21 Y 22 DE AGOSTO 2013, se inscribe entonces en un proceso de construcción unitario para avanzar en la instalación del PARO SOCIAL EN SALUD, un paro social de todo Chile.
Los trabajadores de la Salud no abandonaremos en este proceso nuestras propias reivindicaciones pero será junto a la comunidad con la que avanzaremos en la legitimidad de la demanda, porque una mejor salud para los chilenos pasa también por una mejor condición laboral, un mejor trato, una mejor remuneración, aumento del Recurso Humano, mas remedios, mas hospitales con recursos Públicos y  el posicionamiento del tema SALUD PUBLICA,  como el gran DEBATE NACIONAL participativo,  que cruce todas las estructuras de nuestro País y que logre finalmente conquistar este derecho básico  al que todos aspiramos.
TODOS SOMOS SALUD!!
USUARIOS Y TRABAJADORES
FENATS NACIONAL
Avenida Nataniel Cox N° 2142, Santiago, Fono (2)25567069

martes, 13 de agosto de 2013

Elementos para la discusión: Programa de la Nueva Mayoría; COMPROMISOS PARA EL CHILE QUE QUEREMOS



Los desafíos para la construcción de un Chile más inclusivo e igualitario, donde prevalezca la justicia social y la igualdad, donde se ponga fin al abuso, se fortalezcan los derechos políticos, civiles y sociales y se cimenten las bases de una nueva convivencia social, demanda de convicciones, voluntad, de ideas y de lineamientos
Programáticos claros. Este es el propósito programático de los partidos políticos de la oposición que conforman la Nueva Mayoría.

El país de hoy no es el mismo del inicio de la transición política pero tampoco el de 5 años atrás. El de hoy es el país que pide cambios, que anhela la profundización democrática, que busca un nuevo contrato social, y un acuerdo para democratizar a fondo la vida política, social y económica. Las ideas básicas para el ciclo venidero se resumen en nueva institucionalidad política, nueva organización económica y garantía de todos los derechos y deberes ciudadanos.

Entendemos que para dicho propósito es necesario profundizar en los principales ejes de reforma que los partidos políticos de la Nueva Mayoría vienen abordando, pero estableciendo desde ya, como voluntades insoslayables, una nueva institucionalidad para la participación social y política, y de una efectiva y sustantiva reforma tributaria que posibilite recursos suficientes para las demandas de más y mejores derechos sociales.

PARTICIPACIÓN SOCIAL E INSTITUCIONALIDAD, UN COMPROMISO PARA LOS CAMBIOS QUE CHILE NECESITA

Chile necesita hacer grandes cambios y estos solo son posibles si los apoyan grandes mayorías y en gradualidad progresiva. Seguimos necesitando llegar a acuerdos, el tema es quienes los van a construir. En la actualidad la voz del poder económico se escucha en demasía, se ha debilitado y se encuentra cuestionada la del poder político y
Ha sido débil o inexistente la de la sociedad, hasta que ésta irrumpió en la calle, instalando y legitimando una nueva agenda que no puede ser obviada. Hoy esta se escucha, pero no encuentra un canal para participar en los asuntos públicos. La ciudadanía demanda mayor participación en las decisiones que afectan nuestra convivencia.

Por ello, nos motiva recrear la participación, abrir espacios de diálogo, deliberación y compromiso con construir una sociedad mejor. Crear canales de participación efectiva no es solo una prioridad y una condición de éxito de esta visión programática, es ante todo la posibilidad de vitalizar nuestra democracia, haciéndola cercana y valorada por todas y todos los chilenos.

Nos proponemos canalizar el anhelo de participación ciudadana, con énfasis tanto en lo nacional, como en lo regional y local, a través de instituciones de carácter consultivo y de deliberación vinculante, donde la sociedad civil se informa, hace propuestas e 2 incide respecto de las principales políticas económicas, sociales y culturales.
Para tal efecto, fortaleceremos los Consejos de la Sociedad Civil que la ley exige crear en todas las instituciones públicas.

Nos proponemos el fortalecimiento continuo de la sociedad civil, de las organizaciones sociales, de los trabajadores/as, de los/as representantes de diversos territorios, estudiantes, mujeres, adultos mayores, en todas las instancias de la institucionalidad, promoviendo participación activa, y asegurando además un adecuado equilibrio de género y la participación de los pueblos indígenas.

De igual manera, junto con contar con nueva institucionalidad e instancias participativas de grupos organizados, se debe fortalecer la incorporación de la ciudadanía en el espacio público, por medio de la profundización de los derechos de participación política, tales como el derecho de reunión sin permiso previo o de petición y el derecho de asociación.

No solo nos proponemos la implementación de una institucionalidad para la participación activa, también es preciso crear las condiciones para que cada actor pueda representar adecuadamente sus intereses. Además de garantizar el ejercicio pleno de los derechos constitucionales de expresión, reunión y asociación, esto supone como mínimo, contar con información transparente, comprensible y veraz, así como los canales institucionales que fortalezcan la capacidad de propuesta y articulación política de la ciudadanía. Por ello, en la Nueva Constitución es necesario incluir el Derecho a la Transparencia y Acceso a la información Pública oportuna y
Veraz. Así, todos los servicios públicos deberán disponer de procesos participativos y generar información útil y comprensible para que la ciudadanía pueda desarrollar control social.

Este nuevo nivel de transparencia también estará fiscalizado por el Consejo para la Transparencia y sujeto en su incumplimiento a sanciones.

Asimismo, es preciso impulsar una reforma para dotar de mayor autonomía,  atribuciones y recursos a los consejos consultivos y COSOC que mandata la ley 20.500.

Por otra parte, si bien esta ley establece la obligación de contar con el Fondo de la Sociedad Civil, no señala un monto mínimo necesario para que a través de él las Organizaciones de Interés Público tengan un piso de funcionamiento con autonomía, distinguiendo las ONG de las organizaciones territoriales y funcionales.

Por lo mismo, el estímulo a una sociedad activa requiere dotar de más recursos para incrementar los Fondos de la Sociedad Civil, que fortalezca las organizaciones sociales y facilite una participación ciudadana informada y organizada, en complemento con  campañas masivas de información de derechos a dirigentes sociales y la ciudadanía en general.

Se debe asegurar el pleno cumplimiento de objetivos de Participación Ciudadana y cumplimiento de ley 20.500 en los servicios públicos donde exista un órgano de la administración a cargo de su seguimiento y monitoreo incluyendo un índice de participación ciudadana.

Una institucionalidad para la participación activa requiere de información, formación en una cultura democrática y educación para la democracia. El currículo escolar en todo su ciclo debe incluir una asignatura de Educación para la Democracia y los Derechos Humanos, que no sólo aborde los antiguos contenidos de educación cívica sino que incluya temas de convivencia, democracia, derechos, entre otros.

Al tenor de lo planteado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, que en su Artículo 19 indica que Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”, reafirmamos que la democracia exige garantizar plenamente la libertad de expresión y, a la par, el derecho a una información plural, veraz y trasparente, lo que nos lleva a luchar por establecer las condiciones para democratizar el actual sistema de medios de comunicación, que ha permitido concentrar en pocas personas o empresas, nacionales o extranjeras, el control de los medios de comunicación masivos. Transparente a este objetivo han contribuido las nuevas tecnologías que han permitido el desarrollo de las llamadas redes sociales, pero también resulta necesario incentivar en los medios de comunicación tradicionales un auténtico pluralismo tanto en los contenidos como en la propiedad.

REFORMA TRIBUTARIA

En diciembre de 2011 la Oposición Unida creó una Comisión para proponer una Reforma Tributaria, que tras 27 sesiones completó un trabajo consensuado que abarca distintos aspectos de nuestro sistema tributario y uno de cuyos principios es que la propuesta debe ser redistributiva, para que haya una diferencia sustancial entre la distribución de ingresos antes y después de pagar impuestos, es decir, no solamente ajustar la carga tributaria con un propósito recaudatorio.

Los resultados de dicha comisión representan un importante punto de partida y un acuerdo de base para el nuevo escenario en el que el futuro gobierno debe procurar un significativo incremento en la provisión de bienes públicos garantizados.

El gobierno de la Nueva Mayoría debe disponer de recursos para una reforma sustantiva en educación, tanto en el plano de la educación pre‐escolar, escolar y en educación superior. Debe asegurar recursos para salud, proponiéndose transitar de un sistema de seguro de salud segmentado a uno más equitativo, mediante un fondo solidario y un seguro básico. El futuro gobierno de la Nueva Mayoría debe garantizar que se supere la actual situación de inequidad que afecta al pago de pensiones, asegurando dignidad en ellas.

Considerando lo anterior la Comisión de Reforma Tributaria fijó sus objetivos en: a) una recaudación que represente más puntos del PIB en régimen el año 2020, para que el Estado pueda proveer más y mejores bienes públicos; b) nivelar la carga tributaria, para que así, quienes tienen más o perciben mayores ingresos realicen una mayor contribución; c) ir a una mayor simplicidad del sistema de recaudación para asegurar  equidad horizontal como para facilitar la declaración a los contribuyentes y su fiscalización a la autoridad; y d) fomentar un uso eficiente de la energía y la debida protección de nuestro medioambiente aplicando una estructura de impuestos coherente con un desarrollo sustentable, procurando además una mayor diversificación de la matriz energética.

La comisión fijó medidas específicas que más aportan a la recaudación, todas válidas y necesarias de implementar para acortar las desigualdades en materia de tributación.
Al respecto, como elementos centrales destacamos que es obsoleto que se tribute en base a utilidades retiradas, siendo necesario que la tributación se realice sobre base devengada, extinguiendo el FUT (Fondo de Utilidades Tributables) en el transcurso del próximo periodo presidencial. Las sociedades de inversión y fondos de inversión privados no pueden seguir siendo mecanismos de elusión al amparo de figuras que simulan reinversión de utilidades y que no ingresan al global complementario.

También destacamos que para las empresas explotadoras de minerales, sean metálicos y/o no metálicos, es necesario plantear un modelo de royalty que asegure al Estado la justa compensación por la renta del recurso.
En la misma dirección, es prioritario la búsqueda de mecanismos para la eliminación de procedimientos de elusión que operan por la vía de excluir rentas de la base imponible, de modo que a la postre permitan mayores rendimientos a la Reforma Tributaria aplicable por el próximo Gobierno.

Por lo antes señalado, y considerando que el actual gasto público presenta 3.000 millones de dólares que no están financiados con recursos permanentes, todos los alcances y resultados de la Comisión de Reforma Tributaria son ratificados por los partidos políticos de la Nueva Mayoría y se estima representan un punto de partida para las futuras transformaciones y ampliaciones en materia de derechos sociales.
Reforma que en ningún caso debe recaudar menos de 3 puntos del PIB adicionales para el cumplimiento exclusivo de las metas programáticas.

Así, afirmamos que el principio que guía nuestra propuesta no es otro que provocar una reforma estructural en el sistema tributario, cuyo propósito es recaudar recursos para el desarrollo del país y la redistribución del ingreso.

INSERCIÓN INTERNACIONAL DE CHILE

Chile debe profundizar su inserción en una globalización que, si bien representa oportunidades, también representa peligros, por sus fuertes asimetrías y por la crisis económica que viven varias economías del centro mundial.
Por el cuadro mundial, es importante que nuestro país reafirme su claro respeto por el valor universal de los derechos humanos, al valor de la democracia, a la autodeterminación de pueblos; y exponer una firme y clara voluntad por la paz mundial; privilegiando con vocación humanista el diálogo y respeto al derecho internacional.

La crisis económica internacional se desplaza con rapidez hacia los actuales organismos y paradigmas del sistema de relaciones internacionales en los ámbitos bilaterales; multilaterales y foros regionales y mundiales. Ningún espacio institucional, incluida la ONU, se escapan a esta realidad.
Sobre estos pilares, la política exterior de Chile, en defensa y proyección de sus intereses nacionales, debe profundizar e incrementar la inserción del país en los sistemas bilaterales y multilaterales de integración regional y continental.

Será prioridad de nuestra política exterior aportar a una comunidad de naciones integradas en América Latina. Para ello, Chile fortalecerá su presencia regional en CELAC, UNASUR, MERCOSUR y Alianza del Pacífico.
Chile debe incrementar su interacción con el Asia Pacífico, en particular con China, Japón, Vietnam y el sudeste Asiático.

Chile debe, también, estrechar las relaciones bilaterales con países como los BRIC (Brasil y Rusia además de China e India) y Sudáfrica, puesto que ello le permite una diversificación multilateral relevante.
Por lo anterior, se estima imprescindible considerar los siguientes temas de interés:

1) El Desarrollo nacional depende de una inserción internacional con visión estratégica: La globalización significa que la frontera entre lo doméstico y lo internacional es cada vez más difusa, y permeable. Por lo tanto, nuestro desarrollo está condicionado por el entorno regional y global.

2) Participación en el sistema internacional con identidad: reafirmando los temas y valores centrales para asumir nuestra responsabilidad en la construcción, desde América Latina, de un nuevo orden internacional, humanizando la globalización, la democracia, los DD.HH., la solidaridad, género, paz y seguridad, equidad y gobernabilidad globales, entre otros. Nuestro propósito es que Chile genere una política exterior que le permita enfrentar las asimetrías existentes.
3) Integración de América Latina: enfatizamos como nuestra prioridad internacional las relaciones con América Latina y la integración regional.

4) Sustentabilidad de la relación vecinal. Avanzar hacia la más amplia integración con Argentina, Bolivia y Perú, como un tema sistémico de desarrollo, cooperación y seguridad. Un futuro gobierno de la Nueva Mayoría debe abordar estas relaciones con los vecinos en un contexto de integración regional y cooperación que promueva el desarrollo sistémico, aprovechando las capacidades de cada cual que generen sustentabilidad y sinergias, de cara a la inserción internacional de la región. Ello es la base de la seguridad y defensa de nuestros intereses comunes.

5) Bienes públicos globales. Incorporar en la agenda pública y de las relaciones exteriores los nuevos desafíos globales: generar capacidades en la sociedad chilena y en la institucionalidad del Estado para abordar los temas que son hoy bienes públicos globales, como medio ambiente, energía, seguridad alimentaria, seguridad humana, migraciones, desarrollo científico‐tecnológico, entre otros. Para ello también 6 mantendremos una activa presencia en los organismos del sistema de Naciones Unidas, OMC y APEC.

6) Política Exterior 2.0. Generar una nueva institucionalidad de las relaciones internacionales de Chile: contar con un Sistema de Política Exterior, mediante la reforma de la Cancillería, la incorporación de las regiones, la sociedad civil, las universidades y nuevos actores de las relaciones internacionales.

REFORMAS POLÍTICO INSTITUCIONALES PARA PROFUNDIZAR LA DEMOCRACIA

Estamos conscientes que nuestra democracia puede y debe ser reformada. El país pide cambios y busca un nuevo acuerdo social fundante de nuestra sociedad política.
Llamamos a no conformarnos con la democracia que tenemos, a abrir más espacios de participación y libertad.
Hay que decirlo con claridad: la actual Constitución, a pesar de todas las reformas democráticas que se introdujeron desde 1989, carece de legitimidad. Siendo el Estado la organización política de la sociedad, del que la Constitución Política es su estatuto jurídico superior, es indispensable dotarnos de una nueva institucionalidad política que norme la nueva convivencia.

En tal sentido, sin perjuicio de impulsar y hacer cursar las necesarias reformas sociales, económicas, laborales, que apuntan en la misma dirección, uno de los objetivos insoslayable de un Gobierno que pretenda avanzar en la profundización de un régimen plenamente democrático e inclusivo en Chile es concordar una Nueva
Constitución.

Una nueva Constitución se debe fundar en la reafirmación y valoración de la soberanía popular y en el pleno reconocimiento de los derechos humanos y las garantías de su ejercicio a todas las personas, sin discriminación, como principios fundadores de la sociedad democrática. El fortalecimiento de la base democrática debe garantizarse, al menos, eliminando los obstáculos que impiden el correcto funcionamiento del principio de mayoría y respeto por las minorías, el irrestricto respeto del principio de transparencia y probidad en el manejo de los asuntos públicos, y de la descentralización cierta y eficiente.

Nuestra institucionalidad política enfrenta hoy varias crisis evidentes. La principal una crisis de representación de las principales instituciones de la democracia representativa y de los partidos; especialmente por el sistema electoral, y, una crisis de igualdad, no sólo entre los ciudadanos sino también entre las distintas regiones del país.

Abiertos al diálogo, y sin pretender agotar el listado de contenidos a establecer en la nueva Constitución, señalamos que se debe establecer al menos lo siguiente:

1. Sustituir el actual sistema electoral binominal por uno de representación proporcional. Queremos desempatar una democracia empatada, en la que la mayoría vale igual que la minoría. Queremos afirmar el principio de mayoría que es inherente a la democracia, con pleno respeto por las minorías. Buscamos una representación equilibrada que considere, además, los necesarios resguardos para la representación de las regiones, de la diversidad de género y étnica.

Queremos un sistema electoral que, sin propender a la atomización de los partidos, genere condiciones para una competencia efectiva entre las fuerzas políticas.

Queremos que haya ganadores y perdedores, y efectiva y real representación. Nos parece nefasto prolongar el empate institucionalizado del binominal. Esa estructura de incentivos crea condiciones para una política elitista e inmovilista, la cual, a su vez, abona el terreno para el surgimiento de liderazgos personalistas y populistas y lo que es peor desfigura el interés y la voluntad de los ciudadanos y ciudadanas.
2. Eliminar el sistema de quórum supra mayoritarios para Leyes Orgánicas Constitucionales, Leyes de Reforma Constitucional y Leyes de Interpretación. Dichos quórum fueron pensados para mantener la institucionalidad vigente e impedir la aplicación de reformas.

3. Revisar las potestades del Tribunal Constitucional, en especial respecto del control preventivo en materia de L.O.C., que lo convierte en un verdadero poder colegislador y contra mayoritario, y los mecanismos de elección de los jueces constitucionales.

4. Eliminación del Consejo de Seguridad Nacional, y del título correspondiente de la Constitución Política del Estado. Dicha institución es una manifestación de la ideología que inspiró a la Constitución de 1980. Adicionalmente, un Estado democrático de derecho cuenta con instituciones adecuadas para velar por la seguridad nacional, que es responsabilidad de todos.

5. Revisar y perfeccionar el estatuto de derechos y deberes previstos en laConstitución.

6. El establecimiento del derecho a voto de todas las chilenas y chilenos que viven en el extranjero.

7. Establecer el límite de los períodos de reelección de las autoridades.

8. Posibilitar la iniciativa ciudadana de ley y establecer y regular el plebiscito vinculante para resolver democráticamente asuntos de fondo de la vida nacional.

9. Reconocimiento constitucional de los pueblos originarios y de sus derechos en el ámbito social, político y cultural, con pleno respeto y concordancia con los tratados internacionales. Siendo necesario para el nuevo marco constitucional debatir con los representantes de los pueblos originarios la condición, alcances e implicancias de las definiciones de Estado Plurinacional, Estado Multiétnico y Estado Pluricultural.

10. Garantizar el pleno cumplimiento de los derechos humanos, incluidos los políticos, civiles, económicos, sociales y culturales, así como el establecimiento de procedimientos y mecanismos constitucionales eficaces que permitan a las personas reclamar su cumplimiento.

11. Velar por la función social de la propiedad, la que incluye, entre otros elementos, el dominio público sobre las aguas y la potestad del Estado para establecer regalías, royalties o derechos de explotación para los recursos naturales. Supone, igualmente,  la afirmación del carácter solidario del Estado como garante del bien común y de los derechos sociales.

12. Avanzar hacia una efectiva descentralización política y administrativa del país, lo que incluye la creación de nuevos Gobiernos Metropolitanos en aquellos casos de gran densidad o concentración poblacional cuyas características hacen insuficiente las estructuras de gobiernos regionales y comunales y la elección democrática de gobernadores u equivalente de autoridad regionales en reemplazo de las intendencias.

13. Mejorar y trasparentar el funcionamiento y financiamiento ‐ directo o indirecto, público y privado ‐ de los partidos políticos y las campañas electorales. Aquello supone entre otras iniciativas: modificar el estatuto de los partidos políticos favoreciendo su democracia interna; garantizar el funcionamiento óptimo de una ley de primarias públicas, abiertas y vinculantes; dotar al Servicio Electoral y a la ciudadanía de herramientas efectivas de fiscalización y control del gasto electoral; establecer la obligación de cada parlamentario o parlamentaria de rendir cuenta periódica de su labor a sus electores.

14. El reconocimiento y protección de la familia, y de los distintos tipos de familia; el reconocimiento de las uniones de hecho de parejas del mismo sexo o heterosexuales.

15. Reconocimiento jurídico a vivir sin violencia de género y reconocimiento legal de la identidad de género.

16. La sociedad chilena en el nuevo marco constitucional debe avanzar en la consagración de los derechos y libertades personales, siendo una de las materias a debatir y resolver los alcances de los derechos sexuales y reproductivos. Asimismo, creemos indispensable el establecimiento de mecanismos efectivos de protección de los derechos garantizados por la Constitución, incluidos los de carácter contencioso‐administrativo, ante un órgano dotado de suficiente autonomía e imperio.

En las actuales condiciones políticas la forma de realizar el cambio de Constitución no es irrelevante, existiendo distintas opciones en discusión, que favorecen desde una Comisión Bicameral Parlamentaria hasta aquellas que buscan la realización de una Asamblea Constituyente. Al respecto, nos parece que el método por el que Chile deba
optar para dotarse de una nueva Constitución, no será resuelto sino hasta después de las próximas elecciones presidenciales, considerando la representación que se configure en el próximo parlamento y en atención y apego a la voluntad ciudadana.

Sin embargo, el método deberá utilizar la vía institucional y garantizar la más amplia participación y representación democrática en la generación e implementación de la transformación política más importante que aspiran realizar las fuerzas de la Nueva Mayoría.

CONSAGRACIÓN Y FORTALECIMIENTO DE LOS DERECHOS SOCIALES

La sociedad chilena ha explicitado su deseo de contar con el resguardo, seguridad y dignidad en la satisfacción de sus derechos sociales. Cabe aquí al Estado una obligación ineludible pues el respeto, garantía y protección de los derechos sociales asegura a las personas alcanzar el respeto por su dignidad inalienable.
Para ello se hace necesario relevar el papel del Estado para la generación de bienes públicos y para regular la función pública de los privados, sobre la base de los principios de igualdad y solidaridad; haciendo posible que el crecimiento económico sea una meta con equidad social.

Avanzar en el respeto de los derechos sociales requiere de su plena consagración en la Constitución y contar con un mecanismo constitucional efectivo que proteja a las personas frente a los incumplimientos y vulneraciones. Las políticas públicas no solo deben asegurar el acceso universal a los bienes públicos, sino que estos atiendan las necesidades territoriales, culturales, de género y de la diversidad de identidades que componen la sociedad en Chile. Para ello, es imperativa la participación ciudadana en la definición de derechos y deberes sociales y en la garantía del mismo, considerando la rendición de cuentas del Estado respecto de los avances en su cumplimiento.
Por ello, es prioritario asegurar, la existencia y fortalecimiento de una educación pública, en todos los niveles, gratuita y de calidad que no discrimine, ni segregue según el origen social de los estudiantes, o de cualquiera otra condición, en concordancia con los documentos de educación aprobados por el conjunto de la oposición.

Asimismo, la educación escolar pública y des‐municipalizada, estatal, gratuita y garantizada en oferta y calidad coexistirá con un sistema de educación particular subvencionada, en que se impide el lucro con fondos públicos, garantizando una educación de calidad, sin segregación o segmentación.

Es deber del estado garantizar una educación superior de calidad público y privada. Es prioritario fortalecer el sistema público de educación superior, con especial énfasis en las universidades de propiedad del Estado, en su financiamiento y matrícula, y de las universidades públicas regionales.
Tenemos presente que la misión fundamental de la educación en todos sus niveles o estadios, desde el jardín infantil hasta la educación superior, es formar al ser humano y humanizar a la persona. Reafirmamos la necesidad que ésta debe inspirarse en el respeto por los derechos humanos, propender a una visión integradora y respetuosa de las diferencias. En específico, se propone establecer un Sistema Nacional Público que sea gratuito, de calidad, laico y sin lucro. Así también, debe haber una redefinición de la educación técnica escolar en donde los y las estudiantes cuenten con las condiciones de infraestructura, y con los perfiles y mallas curriculares aptos para poder desempeñarse en el mundo laboral.

Nuestros país necesita maestros y maestras idóneos/as, razón por la cual proponemos junto al mejoramiento del estatuto docente crear un instituto de cobertura nacional destinado a forjar y mantener un magisterio de calidad.
Finalmente deben conformarse Centros de Formación Técnica en cada una de las regiones del país, entregándoles un sello de calidad y de excelencia.

Es tiempo también de avanzar hacia un sistema de salud universal con acceso oportuno y de calidad en todos los niveles. Debe imperar la lógica de la seguridad social, para garantizar que las personas con mayores necesidades, elevados riesgos y menos recursos reciban mayores beneficios, por la transferencia de las personas con menores riesgos y mayores recursos.
Se debe avanzar en la protección universal de la salud, con acciones preventivas, curativas y de rehabilitación a lo largo de toda la vida de las personas. Estas acciones deben ser costo efectivas y con respaldo científico y técnico. El financiamiento debe ser suficiente y más solidario.

Para el sistema público implica continuar con la ampliación efectiva de atención primaria, de servicios de urgencia, de consultorios especializados y de hospitales complejos, mejorando la gestión general y clínica. Continuar con el fortalecimiento del sistema de garantías AUGE, mejorando al mismo tiempo el tratamiento de las patologías no AUGE. Por su parte, el componente Libre Elección del FONASA, debe continuar ampliando sus coberturas y financiamiento, en especial en la atención hospitalaria con mecanismos de pago que nos permitan compartir riesgo y asegurar su costo efectividad.

En el actual sistema de salud privado, se debe introducir cambios para acercarse a la lógica de la seguridad social, facilitar la posibilidad de cambio entre ISAPRES, independiente de la edad, sexo y de las enfermedades preexistentes y respetar la libre elección.
En el futuro debemos avanzar hacia un sistema de financiamiento universal y solidario entre todos los chilenos y chilenas. Este sistema podrá convivir con los seguros privados que cada persona pueda adquirir con sus propios recursos.

Por otra parte, con el fin de enfrentar las desigualdades en el estado de salud, es necesario implementar un mecanismo formal de definición, diseño de estrategias y seguimiento de metas de salud en todas las políticas relacionadas con el enfrentamiento de determinantes de la salud, que son multisectoriales y transversales a todas las políticas públicas. Solo así se podrá avanzar en que todas y todos puedan adoptar estilos de vida saludables.

Es fundamental lograr una pensión mínima garantizada al término de la vida laboral, lo que conlleva una profunda revisión del Sistema de Pensiones. Visualizamos un sistema de carácter solidario, esto es, con aportes de la persona, del empleador y del Estado. Lo anterior, con el fin de mejorar la calidad de vida a las personas adultas mayores y a quienes no puedan generar los recursos suficientes para una vida digna.

La información de la superintendencia de pensiones confirma la insuficiencia estructural del sistema de AFP anclado en el lucro más que en derecho de los usuarios, puesto que sus datos señalan que un trabajador al jubilar percibe un 37% de su último ingreso y en el caso de las trabajadoras estas perciben un ingreso de un 25%. Sin  embargo, la tasa de reemplazo debiese aproximarse a un 70%. Así, para contribuir a regular las prácticas abusivas de las AFP, en lo más próximo y como primer punto de partida para una transformación estructural que asegure montos de pensión de vejez dignos, se debe crear una AFP estatal u otro mecanismo, regulada al margen de la búsqueda de lucro, orientada a la baja de comisiones, fomentando una mayor competencia en beneficio de los trabajadores/as.

Por otra parte, es vital eliminar la discriminación que existe para con las mujeres al momento de jubilar, anticipando los beneficios de la ley Nº 20.255, puesto que en la actualidad reciben gran parte de los beneficios a los 65 años y no a los 60, que es cuando jubilan. Lo anterior, considerando que las mujeres tienen menor densidad previsional dado que la sociedad relega en ellas el rol de la crianza de niños y niñas y el cuidado de la familia.

También es relevante la eliminación total del 7% a todos los/as jubilados/as y no sólo a los quintiles más bajos. Esto porque los sectores de ingresos medios al momento de jubilar poseen gran riesgo de ser parte del grupo de personas de menores ingresos.

Es una prioridad para la construcción de un Chile igualitario contar con una política para las ciudades, que respetando su identidad garantice bienes y servicios urbanos, conectividad, habitabilidad y seguridad de las personas, lo que redunda en elevar los estándares de calidad de vida de los ciudadanos.
La política de vivienda social debe ser revisada y mejorada, asegurando calidad de vida sin importar la comuna o región donde se resida; poniendo énfasis en el incremento de los controles y la fiscalización del uso del suelo y de las empresas inmobiliarias. Con especial atención en el diseño e integración de la ciudad y con criterios de equidad territorial.

Un país diverso y complejo como Chile requiere el fomento del desarrollo cultural y el acceso de toda la población a los bienes culturales, que pongan el acento en un pensamiento crítico y la inclusión social, que releve y valore el modo de vida de todas y todos los habitantes y, en especial de los/as trabajadores/as, el respeto pleno por la identidad de género, la orientación sexual, los pueblos indígenas, la población migrante, así como el fortalecimiento de las diversas comunidades, con sus culturas y creencias.


REFORMAS LABORALES PARA UN CHILE MÁS JUSTO E IGUALITARIO.

Chile necesita un Nuevo Código del Trabajo, que de forma y contenido a una relación laboral con respeto y protección de los trabajadores y trabajadoras.

Entendemos que el principal origen de la desigualdad social se encuentra en primer lugar en los bajos salarios y en segundo lugar en el empleo precario, producto de la flexibilización de los derechos laborales individuales y colectivos, consecuencia directa de los débiles recursos y herramientas con que cuentan los trabajadores/as y las organizaciones sindicales para incrementar la participación de los primeros en la distribución de la riqueza nacional.

Chile también requiere del estímulo de empresas responsables y justas, que desplieguen una práctica laboral en base al cumplimiento de la norma. Lo anterior, como requisito para incrementar la productividad, favorecer el crecimiento económico, el incentivo en el trabajo y una participación justa de las ganancias, posibilitando un vínculo más saludable entre los trabajadores/as y los empleadores/as.

Por ello, es urgente contar con nuevas relaciones que recreen las condiciones de equilibrio de poderes en el mundo del trabajo, como presupuesto indispensable para el pleno ejercicio de los derechos colectivos e individuales.

Así, es prioritario implementar una política laboral que fortalezca los recursos de los trabajadores y las trabajadoras y de sus organizaciones sindicales, lo anterior, considerando:
El diseño y aplicación de una nueva institucionalidad laboral, que en base a nuevas y justas normas posibilite un nuevo código laboral, con especial énfasis en:

1. Fortalecimiento de las organizaciones y de la sindicalización de los/as trabajadores/as, que conjuntamente con su contratación se incorporarán automáticamente a la organización sindical existente en su lugar de trabajo, quienes podrán desafiliarse voluntariamente.

2. Fortalecimiento de la negociación colectiva, sólo entre empleador y sindicato, único titular de este derecho. Lo anterior, simplificando los mecanismos de negociación y suprimiendo el reemplazo durante la huelga.

3. Generar condiciones legales e incentivos para la negociación colectiva por rama.

4. Dictar norma que evite el abuso de despido por concepto de necesidades de la empresa, acotándola y regulándola de mejor forma.

5. Modificación del concepto legal de empresa (multi‐rut), que permite mediante el uso de subterfugios formales, diferenciar artificial y discrecionalmente unidades económicas, actividades productivas y de servicios y demás estructuras que son parte de un mismo y único proyecto empresarial, con lo que se limita la capacidad negociadora de la contraparte laboral.

6. Reajuste de sueldo mínimo, estableciendo método y criterios para la fijación de un salario suficiente y necesario para satisfacer las necesidades indispensables para la vida del trabajador/a en alimentación, vestuario y habitación, es decir, que garantice la superación de la línea de la pobreza del trabajador y su grupo familiar.

7. Establecimiento constitucional de igualdad de remuneraciones de mujeres y hombres que desempeñen igual cargo o función y reconocimiento del trabajo no remunerado y del trabajo del cuidado del hogar.

8. Sanción efectiva a la discriminación en el mercado laboral por razones de origen social, apariencia, de sexo, género, orientación sexual o identidad de género.

9. Ampliar el derecho a sala cuna y jardines infantiles para los trabajadores y las trabajadoras.

10. Generar apoyo estatal para el cuidado de niños(as), personas enfermas y adultas mayores, propiciando de este modo mayor inclusión de las mujeres en el mercado laboral.

11. Promover políticas de mejoramiento de las condiciones laborales que consideren la realidad social, cultural y territorial de las mujeres rurales e indígenas, y de las trabajadoras del campo.

12. Fortalecer las políticas que permitan la participación igualitaria de las mujeres en el mercado laboral.

13. Ampliar los instrumentos de fomento productivo, tales como capacitación focalizada y apoyo a la gestión destinado a mujeres, incentivo a la contratación, becas de perfeccionamiento y facilidades de acceso a créditos.

14. Asimismo, hay consenso en que el Estado en su rol de empleador debe reconocer que el carácter estatutario que rige la relación laboral con los funcionarios y funcionarias centralizados y descentralizados, no lo exime de
Otorgar un trabajo digno y decente en términos de lo señalado por la OIT. La administración pública no puede ser un espacio de precariedad laboral, de abuso e indefensión de los trabajadores de la administración. (ej: abuso de honorarios, extensión indebida de modalidad contratas; exclusión de ejercer derechos colectivos y acciones por vulneración de derechos fundamentales, etc.).

15. De lo anterior, tenemos la convicción que es vinculante para la calidad del servicio público implementar políticas que promuevan Trabajo Decente, que significa un empleo con estabilidad, con carrera funcionaria que propicie el desarrollo de las personas, con seguridad social y derechos laborales y sindicales, como instrumento para la protección y movilidad social de los trabajadores de Administración Pública chilena.
La nueva institucionalidad laboral contemplará una política expresa y claramente orientada a la aplicabilidad en Chile de los convenios internacionales suscritos por nuestro país, considerando:

1. Aplicación de Convenios Internacionales sobre libertades sindicales y pueblos originarios, considerando los convenios referidos a derechos de sindicalización y protección (art. 87), sobre protección ante la negociación colectiva (art. 98), sobre protección a los y las representantes de los/as trabajadores (art. 135), sobre negociación en el sector público (art. 151), y sobre derechos de los pueblos originarios (art. 169). Y ratificación de aquellos convenios, como el de seguridad social y de trabajadoras de casa particular que el Estado no ha suscrito.
Y de medidas sustantivas que permitan una correcta fiscalización, sanción y estímulo al cumplimiento de la ley en materia de derechos laborales y sindicales, considerando:

1. Sanción efectiva de la práctica anti‐sindical, en concordancia con los convenios internacionales de OIT, desplegando medidas eficaces y disuasivas. Siendo necesario por ello incrementar las multas.

2. Sancionar penalmente el no pago de los salarios y de las imposiciones de los/as trabajadores/as, de acuerdo al tamaño de la empresa.

3. Propender a la efectiva participación de los trabajadores en las utilidades de la empresa, asegurando que siempre que haya utilidad exista participación por parte de los trabajadores y trabajadoras, de acuerdo al tamaño de la empresa.

UN NUEVO ESTADO PARA UN NUEVO MODELO DE DESARROLLO ECONÓMICO Y SOCIAL.

La gran demanda ciudadana por más democracia, justicia social e igualdad, requiere que el país debe pensarse hacia el 2030 desde la perspectiva de aumentar sus capacidades para promover un nuevo modelo de desarrollo, que sea fuente de progreso sustentable e inclusivo. Este proceso de largo aliento no puede depender exclusivamente de mercados que no garantizan la equidad y la inclusión social.

Lo anterior, rescatando y capitalizando la importancia de su integración a la economía mundial, productividad y competitividad, y de necesarios fundamentos de equilibrio macroeconómico, pero sumándole una perspectiva orientada a frenar el abuso y las injusticias, así como superar las enormes desigualdades que marcan la sociedad
Chilena y atenazan su progreso económico y social.

Para lograr estos propósitos el Estado debe mejorar sus atribuciones y competencias; mejorar sustantivamente su eficiencia y transparencia; recuperar su capacidad de planificación estratégica; promover en base a fundamentos sanos la inversión del sector privado y producción mixta. Ello supone una concepción democrática y social que afirma el rol central del Estado como garante del bien común del desarrollo armónico de la sociedad, superando la herencia neoliberal.

El Programa de gobierno en el área económica tendrá dos énfasis fundamentales: la protección de consumidores y usuarios/as para terminar con los abusos, por una parte, y por otra, la implementación de una política de desarrollo productivo que asegure la creación de empleos de calidad y con un sistema de compensaciones más justo y equitativo y la protección de los recursos naturales.

En el ámbito de defensa de consumidores y usuarios es necesario fortalecer la institucionalidad de defensa de sus derechos, tanto como las de regulación de servicios de utilidad pública y de promoción de la competencia, como también procurar la adopción plena de la dimensión medioambiental. Un Estado fuerte y una ciudadanía informada y más participativa pueden contrarrestar el concentrado poder económico que existe en nuestro país.

Una política de desarrollo productivo nacional, al incluir a las regiones y a las pequeñas y medianas empresas, debe producir un cambio estructural, contribuyendo a superar la profunda desigualdad que caracteriza nuestra economía. Al mismo tiempo, el desarrollo sustentable e inclusivo supone el respeto a la dignidad y derechos de las personas presentes en los mercados de consumo y laboral, y a superar las difundidas prácticas de empresas abusivas que menoscaban a las personas y al emprendimiento de menor tamaño.

El fortalecimiento del Estado en base a un adecuado concepto de Planificación Estratégica es vital para emprender un real proceso de desarrollo sustentable. Los ejes relevantes de la visión estratégica son la innovación, la competitividad, la inversión en capital humano, la protección del medioambiente y el fortalecimiento de mercados que hagan posible recuperar la capacidad de inserción internacional de una más amplia gama de bienes y servicios, así como una participación en la economía global que permita aprovechar más que sufrir la integración de los mercados factoriales.

En cuanto al eje de innovación, se debe dar un salto decisivo en la política de ciencia, tecnología y la innovación (CTI), lo que requiere de un robusto fortalecimiento institucional y de mayores recursos públicos. La inversión en CTI debe promover la masificación del uso de tecnologías avanzadas, el desarrollo de nuevas oleadas de innovación de procesos y de tecnología, pero también debe ser capaz de priorizar sectores y de identificar clusters (encadenamientos productivos) que ofrezcan mejores perspectivas para nuestro desarrollo económico y social.
La competitividad se sostiene sobre aspectos dinámicos que no pueden ser desatendidos en una perspectiva de eficiencia y productividad de largo plazo, pero que al mismo tiempo sea la base de un proceso de desarrollo productivo inclusivo del emprendimiento de menor tamaño. Se requiere de un impulso decidido de:

- Una política de financiamiento consistente. Por ello se requiere la emergencia de una banca para el desarrollo, especialmente para las PYMES, basada en la CORFO y en el BancoEstado. La CORFO debe orientarse a conformarse en un banco de desarrollo de gran escala que financie la emergencia de los sectores estratégicos del país. A su vez, debe recuperarse el rol central como instrumento de fomento del Banco Estado, especialmente como plataforma de acceso efectivo a financiamiento competitivo para las pequeñas empresas y los sectores más desfavorecidos del país.

- Una política racional y sustentable de explotación de los recursos naturales renovables y no renovables que existen en el país, incluyendo la matriz energética. Para tal efecto, favorecemos la creación de una Agencia Nacional de Energía. Las empresas públicas del país deben enmarcarse de manera congruente con planificación estratégica orientada a intensificar el uso y desarrollo de tecnologías avanzadas, así como industrializar y fomentar nuevos encadenamientos productivos de mayor valor agregado, asegurando la disponibilidad de recursos.

- Una política de desarrollo continuo de la infraestructura de conectividad, asumiendo además la creación y acceso intensivo y competitivo de nuevas infraestructuras para el desarrollo económico y social, como la relativa a las TICs (la banda ancha sigue siendo mucho más cara y de menor calidad que en países de mejores estándares).

- Una política de capacitación permanente a trabajadores y asistencia tecnológica empresarial mediante una red de universidades, centros de formación técnica y de centros de desarrollo de servicios empresariales con presencia en cada región del país.

El fortalecimiento de mercados demanda un Estado con mayor presencia y mejores capacidades de regulación y fiscalización de los mercados donde existen monopolios y conductas poco competitivas de oligopolios, que causan severas distorsiones y provocan pérdidas de eficiencia y de oportunidades de desarrollo empresarial. El
Estado debe modernizar su política de competencia, considerando como prioritaria la defensa y promoción del emprendimiento de menor tamaño.

Finalmente, la dimensión económica de la política internacional debe ser congruente con el objetivo de desarrollo productivo. Por un lado, evitar imposiciones extrarregionales que limiten o impidan su capacidad de aprendizaje de los conocimientos tecnológicos globalmente disponibles, y por otra parte, privilegiar la integración que potencie las exportaciones de mayor valor agregado. La agenda económica de integración debe cautelar el flujo creciente de intercambio comercial, inversiones y turismo dentro de la región que potencien y diversifiquen la matriz productiva nacional y de regiones del país.

DESCENTRALIZACIÓN DEL ESTADO PARA EL DESARROLLO DE LOS TERRITORIOS

Chile, para ser un país desarrollado, más democrático y con mayor igualdad, necesita implementar un proceso de Descentralización Regional; cuyo hito principal debe ser la Elección Gobernadores Regional u autoridad regional equivalente.

Entendemos que la construcción de regiones reales, con autonomías crecientes, solo se puede lograr por la acción coherente de actores sociales y políticos regionales y locales y un consistente apoyo de las autoridades nacionales.
Chile necesita a sus regiones. Si no potenciamos sus aportes al país y si no cerramos las grandes diferencias de bienestar y de oportunidades entre ciudadanos que nacen, viven y trabajan en distintos puntos de nuestra geografía, Chile no será un país desarrollado.

Así como decimos que el desarrollo debe ser con inclusión social, con la misma fuerza decimos que debe ser con cohesión territorial: que las oportunidades y el bienestar de los chilenos no estén limitadas por las características del territorio en el que viven y trabajan.

Ha llegado la hora de pensar con un criterio más estratégico sobre el alcance y contenidos de un auténtico proceso de descentralización. Por una parte, ha comenzado a levantarse en Chile una demanda regional que pone en evidencia que el modelo de desarrollo genera impactos desiguales a lo largo del país, algunos de ellos claramente negativos, y que perduran graves y persistentes desigualdades territoriales que surgen al examinar la dinámica de desarrollo más allá de los promedios nacionales. Por otra, pensando en el desarrollo económico y la competitividad, existen oportunidades en los territorios que no están siendo aprovechadas, pues no se ha puesto en marcha una política territorial que tenga como objetivo apoyar un proceso de transformaciones productivas e institucionales que permita que se exprese el potencial de cada territorio.

Nos proponemos avanzar en la descentralización política y fiscal al tiempo de generar mayores capacidades de gestión en los Gobiernos Regionales, así como mayor rendición de cuentas, transparencia y responsabilidad política por los resultados de las políticas públicas. Esta dinámica de reformas contribuirá a brindar legitimidad democrática y política a la discusión de las propuestas de desarrollo regional, que esta vez con razón de ser porque habrá atribuciones, capacidades y recursos, se realizarán en las regiones de Chile.

El fortalecimiento de los Gobiernos Regionales se inicia con la generación democrática de sus autoridades, y el incremento de las competencias existentes en lo Social, Productivo y Territorial, así como el traspaso de nuevas competencias y facultades acorde con los procesos de descentralización institucional de Servicios Públicos que serán parte de esta reforma. También se establecerá una instancia de participación social y las condiciones administrativas y financieras de su operación de esta nueva institucionalidad.

Las medidas que proponemos abordan asuntos políticos, institucionales, administrativos, fiscales, participativos y de capacidades para gestionar el desarrollo.
Proponemos las siguientes medidas:

GOBIERNOS REGIONALES:

1. Elección popular de Gobernadores Regionales, u autoridad equivalente, a través de elección directa y universal.
2. En cada región habrá una autoridad que represente al Presidente de la República y que coordinará al aparato público desconcentrado.
3. Se definirán dos ciclos electorales, diferenciando explícitamente entre nacionales por una parte, y regionales y municipales por otra.
Proceso de Descentralización:
1. Se generará una Agencia Nacional de descentralización, con rango ministerial, de carácter transitoria, la que impulsará, coordinará y evaluará el proceso de descentralización y transferencia de facultades y competencias a regiones, así como el traspaso de Servicios Públicos, proceso que será paulatino y por grupos de regiones.
Ello se desarrollara mediante el fortalecimiento y entrega de atribuciones a la actual SUBDERE.

2. Los Gobiernos Regionales estarán obligados por ley a cumplir con formas determinadas de participación vinculante y consulta ciudadana en temas de su competencia (presupuestos regionales y locales), así como también generar procesos de “rendición de cuentas” a la ciudadanía, que necesariamente deben ser más exigentes y efectivas que las actuales.

3. Se generará un Concejo Regional de Participación de la Sociedad Civil de carácter amplio y abierto, constituido al menos por colegios profesionales, universidades, sindicatos, gremios y organizaciones territoriales, sociales y culturales.

4. El proceso de descentralización debe avanzar incrementando las competencias y autonomía del gobierno regional en forma secuencial y por etapas con miras a una creciente transferencia de competencias e institucionalidad (Servicios Públicos) a los Gobiernos Regionales. Por otra parte, los Ministerios avanzarán en la desconcentración de otros Servicios.

5. Se creará una instancia jurídico‐administrativa competente, externa a los órganos de la administración pública municipal, regional y nacional con facultades para resolver controversias, superposiciones o vacíos de competencias (que entraben una entrega eficiente y oportuna de los servicios públicos a la comunidad), y para sentar jurisprudencia en la materia.

FINANCIAMIENTO PARA LAS REGIONES:

1. Para que los Gobiernos Regionales puedan cumplir su nuevo y más complejo rol deberán disponer de mayores recursos financieros de acuerdo a las competencias e instituciones que se vayan trasfiriendo desde el Gobierno central. El Presupuesto del Gobierno Regional se construirá a partir de una propuesta que cada Gobierno Regional (aprobación del Gobernador, u equivalente, del Gobierno Regional y del Consejo Regional) hará llegar al Gobierno Nacional para discusión y aprobación del Congreso Nacional.

2. Se precisaran en presupuesto regional las transferencias condicionadas e irán en aumento las trasferencias no condicionadas a los gobiernos regionales. En esta materia la instalación de Gobiernos regionales se realizará alcanzando el estándar Latinoamericano o de la OCED de porcentaje del gasto de decisión regional.

3. Creación de un Fondo de Convergencia Regional para apoyar el desarrollo de los territorios más rezagados en materia de desarrollo socioeconómico que será complementario al Fondo Nacional de Desarrollo Regional.

4. Creación de tribunal de cuentas en cada región con competencias sobre los organismos de gobiernos regionales y sobre los gobiernos comunales. Administración Regional:

1. Se generarán estándares nacionales para la designación por el gobierno regional de Autoridades de Seremias y Servicios Públicos, estándares que serán definidos por servicio civil y en la designaciones visados por contraloría.

2. Las Universidades del Estado en regiones deberán ser parte de la Región a la que pertenecen. Adicionalmente, se creará un Programa Especial de Fortalecimiento de las Universidades Regionales.

GOBIERNOS MUNICIPALES:

1. Transformar a los Municipios en auténticos gobiernos municipales autónomos. A pesar de que estos han experimentado numerosos cambios en una perspectiva de gestión, es necesaria una verdadera modernización que implique plantearse su autonomía. Ello implica una Reforma Municipal que dote a los gobiernos locales de una verdadera autonomía administrativa y suficiencia financiera.

2. Modernización del Fondo Común Municipal. Tanto de la perspectiva de los ingresos como de la perspectiva de su redistribución. Se deberán incrementar los aportes del Estado, Así mismo, deberá aumentarse la contribución de las comunas que concentran la mayor cantidad de ingresos devengados de bienes raíces y patentes.

3. La existencia de modalidades de tributación obligatoria de las empresas en donde se origina la producción.

4. Fomentar el a sociativismo municipal a fin de enfrentar problemas comunes que requieran el trabajo conjunto de municipios colindantes o que estén vinculados por temáticas compartidas.

Comisión Programa
Nueva Mayoría
Partido Demócrata Cristiano / Centro Democracia y Comunidad (CDC)
Partido Radical / Centro de Investigaciones Sociales (CISO)
Partido Por la Democracia / Fundación por la Democracia (FPD)
Partido Comunista / Instituto de Ciencias Alejandro Lipchutz (ICAL)
Partido Socialista / Instituto Igualdad
Izquierda Ciudadana / Instituto ciudadano.